Activos Financieros en la Pequeña Empresa

A raíz de una intervención en nuestro foro contable de INEAF donde uno de nuestros alumnos se plantea una duda en cuanto a la contabilidad de los Activos Financieros para las pequeñas empresas, hemos visto conveniente hacer un pequeño comentario al respecto, pues nos parece que su duda está justificada.

Nos comenta, con razón, que los Activos Financieros se tratan siempre desde el punto de vista de las empresas que no tienen la consideración de Pyme. Es cierto que en la mayoría de los manuales y revistas de estudio contable esto es así, y que incluso en nuestros cursos de Contabilidad y del Impuesto de Sociedades, también desde INEAF hemos seguido este tratamiento.

El problema está en que, el tratamiento contable de algunas de las carteras donde podemos reflejar nuestras inversiones, va a depender del plan contable que sigamos.

GRAN EMPRESA

En la norma 9 de Registro y Valoración del PGC nos vamos a encontrar con tres carteras que engloban la mayoría de nuestras operaciones con valores negociables.

1. Inversiones Financieras mantenidas hasta el vencimiento
2. Activos Financieros mantenidos para negociar
3. Activos Financieros disponibles para la venta.

Un análisis de las mismas lo podemos ver en un artículo de nuestra Tribuna, publicado hace unas fechas (“Operaciones de Cierre (VI): Inversiones Financieras”)

Al estudiar la última de estas carteras, la referida a Activos Financieros disponibles para la venta, va ser donde nos surja la duda, pues nos dicen que debemos llevar los cambios de valor al Patrimonio Neto hasta el momento de la venta, y que para ello debemos usar cuentas del grupo 8 y 9. Esto en las pymes no es así, por lo que será esta cartera la que presente diferencias

PYMES

Efectivamente, las Pymes no van a tener la misma clasificación de los activos financieros y no van a utilizar cuentas del grupo 8 y 9.

En el plan para PYMES, la norma que desarrolla los activos financieros va a ser la número 8. Donde diferencia tres carteras similares a las comentadas:

• Activos Financieros a coste amortizado
• Activos Financieros mantenidos para negociar
• Activos Financieros a coste

Podemos hacer los siguientes paralelismos de las carteras diferenciando ambos planes.

Activos Financieros a Coste Amortizado.

Efectivamente se corresponden con las Inversiones Financieras Mantenidas hasta el vencimiento y su único matiz es que en la valoración inicial permiten contabilizar los costes en la cuenta de pérdidas y ganancias como gasto.

Activos Financieros Mantenidos para Negociar

Coinciden en todo, incluso en el nombre, con los del Plan para Grandes Empresas.

Activos Financieros a Coste

Aquí es donde está la diferencia. Se corresponden en su concepto con los Activos Financieros disponibles para le venta, pero no en su contabilidad.

Vamos a desarrollarlos

Concepto

En esta categoría se clasificarán las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas, tal como éstas se definen en la norma 11ª de elaboración de las cuentas anuales, y los demás instrumentos de patrimonio que no sean Activos Financieros Mantenidos para Negociar.

Valoración Inicial

Las inversiones en los instrumentos de patrimonio incluidas en esta categoría se valorarán inicialmente al coste, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada más los costes de transacción que les sean directamente atribuibles

Deterioro de valor

Al menos al cierre del ejercicio, deberán efectuarse las correcciones valorativas necesarias siempre que exista evidencia objetiva de que el valor en libros de una inversión no sea recuperable.

El importe de la corrección valorativa será la diferencia entre su valor en libros y el importe recuperable …que será el valor de cotización del activo, siempre que este sea lo suficientemente fiable para considerarlo.

Las correcciones valorativas por deterioro y, en su caso, su reversión, se registrarán como un gasto o un ingreso, respectivamente en la cuenta de pérdidas y ganancias.

Valoración Posterior

Se valorarán por su coste, menos, en su caso, el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro.

En definitiva, al cierre del ejercicio debemos hacer el test por deterioro.

1. En caso de no haber pérdida de valor no contabilizamos nada
2. En caso de haber pérdida, contabilizamos el deterioro de valor

Al año siguiente, al cierre del ejercicio y suponiendo que tenemos dotada una corrección del año anterior.

Si el valor se ha recuperado, revertimos la corrección valorativa

Si el valor de nuevo hay pérdida, debemos considerar la que teníamos del año anterior, y sobre esta, añadir o disminuir.