ALSP: Qué son los Alternative Legal Service Providers y cómo están revolucionando el sector legal

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30/01/2025

Los proveedores alternativos de servicios legales (ALSP, por sus siglas en inglés) están ganando cada vez más relevancia en el sector jurídico. Esta tendencia surge a raíz de la transformación profunda que atraviesa la industria legal, lo que impulsa a los prestadores de servicios a buscar soluciones más eficientes para satisfacer las demandas del mercado.

Los desafíos actuales de los servicios jurídicos

La economía actual es turbulenta, marcada por empresas disruptivas que transforman las reglas del mercado cada pocos años. La economía digital ha alterado profundamente las estructuras de costes, haciendo insostenibles los modelos tradicionales.

Esta rápida transformación obliga a los poderes legislativos, tanto nacionales como internacionales, a adaptar el marco normativo frente a los nuevos riesgos y oportunidades. Sin embargo, los cambios legales suelen ser lentos y no se producen al ritmo que cambia el mercado, lo que genera un marco regulatorio amplio y complejo que no siempre responde eficazmente a las situaciones inéditas que surgen en la economía digital.

Como resultado, los servicios jurídicos están cambiando rápidamente:

  • Áreas emergentes, como el cumplimiento, lideran el crecimiento del sector.
  • Los grandes clientes exigen proveedores legales más proactivos, que dominen tecnología y habilidades de gestión empresarial.
  • Los consumidores buscan transparencia en los precios, ajustados al valor que reciben.

Frente a estas demandas, los operadores del sector están transformando sus métodos. Los denominados “despachos no tradicionales” o ALSP están liderando esta evolución.

¿Qué son los ALSP?

Los ALSP (Proveedores de Servicios Legales Alternativos) son entidades que ofrecen servicios legales desde un enfoque diferente al tradicional. Estos operadores, atentos a los cambios en la economía digital y las nuevas demandas del mercado, utilizan metodologías ágiles, establecen relaciones más cercanas con sus clientes y emplean tecnologías avanzadas para optimizar su trabajo.

Podemos clasificar a los ALSP en cuatro categorías principales:

  1. Firmas de externalización de procesos legales (LPO): Se especializan en realizar tareas legales repetitivas y de bajo riesgo, que se pueden estandarizar fácilmente.
  2. Proveedores de servicios legales administrados (LMS): Gestionan grandes volúmenes de trabajo legal utilizando tecnología y técnicas de ingeniería de procesos para ganar eficiencia.
  3. Empresas de soluciones tecnológicas o servicios operativos para el sector legal: Ofrecen herramientas y soporte especializado que mejoran el desempeño de las actividades jurídicas.
  4. Firmas de servicios legales flexibles (FLS): Se enfocan en proyectos legales de media y alta complejidad, asignando abogados altamente calificados según las necesidades específicas de cada caso.

Este modelo representa un avance crucial para el ámbito legal, ya que fortalece su capacidad para garantizar el buen funcionamiento y progreso tanto de las empresas como de la sociedad en general.

La versatilidad en los servicios legales de los ALSP

Los ALSP prestan servicios legales con un enfoque flexible y adaptable:

  • Trabajan con profesionales que se integran de forma temporal a su estructura. Esto les permite formar equipos especializados para tareas complejas o específicas, evitando la dependencia de una firma jurídica tradicional y adaptándose mejor a las necesidades particulares de cada caso.
  • Para actividades que se pueden estandarizar, utilizan herramientas digitales que optimizan el tiempo y minimizan errores. Estas tareas están supervisadas por expertos cualificados para garantizar resultados precisos.
  • Integran en sus equipos a profesionales con habilidades no jurídicas, lo que les permite abordar áreas como la búsqueda de financiación, análisis de mercado, prospecciones o selección de personal, ampliando el alcance de sus servicios.
  • Este enfoque flexible reduce los costes operativos y ofrece a los clientes servicios más técnicos y eficientes, con tarifas claras y anticipadas que les permite proporcionar precios accesibles y cerrados que se ajustan a las expectativas del cliente.

Ejemplos de servicios que ofrecen los ALSP

Los ALSP prestan una variedad de servicios diseñados para optimizar los recursos y satisfacer las necesidades de las empresas, entre ellos encontramos:

  • Managed Services: Facilitan la externalización de ciertas funciones o procesos específicos. Esto permite a las empresas reducir costes al acceder a servicios especializados, respaldados por personal, software y herramientas que, de otro modo, serían inaccesibles con sus propios recursos.
  • Externalización de procesos legales (Legal Process Outsourcers): Ofrecen una alternativa más económica y flexible al departamento jurídico interno, proporcionando las mismas funciones que un equipo in house.
  • Servicios de auditoría: Realizan auditorías de alto nivel sin depender de despachos tradicionales, lo que permite a más empresas acceder a estos servicios especializados.
  • Gestión de contratación o personal (Staffing): Se encargan de cubrir proyectos de necesidades de personal temporal, gestionar específicos o localizar profesionales altamente cualificados según los requerimientos de la empresa.
  • Gestión interina legal (Legal Interim Management): Integran expertos con amplia experiencia en la estructura de la empresa para cubrir bajas temporales, manejar picos de trabajo o resolver necesidades transitorias.
  • Soluciones tecnológicas legales (LegalTech): Diseñan e implementan herramientas digitales que mejoran la eficiencia de las empresas o despachos, optimizando procesos y reduciendo costes.
  • Gestión de contratos: Se ocupan de auditar, redactar, interpretar, negociar y ejecutar contratos, asegurando la seguridad jurídica de la empresa y evitando, en muchos casos, la necesidad de recurrir a instancias judiciales.

Diferencias entre los ALSP y los proveedores jurídicos tradicionales

Los proveedores jurídicos tradicionales y los ALSP se diferencian en su enfoque hacia la eficiencia y la innovación tecnológica.

Durante mucho tiempo, las grandes empresas contrataban despachos de abogados tradicionales que dominaban el mercado. Sin embargo, la creciente demanda de servicios legales y la complejidad del sector han reducido su monopolio. Muchos despachos tradicionales luchan por adaptarse, mientras que aquellos que integran tecnologías legales en sus modelos logran mantenerse competitivos.

Por otro lado, los ALSP se enfocan en la innovación y el uso eficiente de recursos, lo que les permite ofrecer servicios legales de calidad a costes más bajos. En contraste, los despachos tradicionales suelen depender de tarifas por hora, lo que incrementa los costes para sus clientes y limita su flexibilidad frente a presupuestos ajustados.

Hoy en día, la presión por ser más rentables y eficaces ha llevado a muchos actores del sector jurídico, tanto tradicionales como alternativos, a adoptar nuevas tecnologías para optimizar sus operaciones y responder a las crecientes responsabilidades legales.

Staffing o trabajo por proyectos

El staffing, también conocido como trabajo por proyectos, consiste en formar equipos  a medida para responder específicamente a las necesidades de cada cliente.

El diseño personalizado de estos equipos ofrece una gran flexibilidad, permitiendo a los clientes liberarse de las limitaciones impuestas por la estructura de sus departamentos internos.

Este modelo representa una forma innovadora de proporcionar servicios legales, adaptándose de manera eficiente y efectiva a cada situación.

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