El registro civil puede, en ocasiones, mostrarse ante los ciudadanos como una institución estricta y que no admite excepciones o que se limita a dejar constancia de la identidad de las personas. No más lejos de la realidad, esta institución admite una excepción en cuanto a cambiarse de apellido que la dotan de una especial sensibilidad hacia un colectivo muy concreto.
Antes de explorar esta excepción, es necesario recomendar el curso de derecho civil, para acometer desde una perspectiva profesional todo lo relacionado con cambiarse de apellidos en España.
¿Me puedo cambiar el apellido?
La ley 6/2021 de 28 de abril, modifica la Ley de Registro Civil, permitiendo a cualquier persona cambiarse de apellidos siempre y cuando cumplan unos requisitos estrictos en esta contemplados. No obstante, existen excepciones que eximen de cumplir estos requisitos a la hora de cambiar los apellidos que evidencian una especial “empatía y sensibilidad” por parte del legislador.
Los requisitos para cambiar el apellido en el registro civil son los siguientes:
- Que el apellido que se propone emplear como sustitutivo constituya una situación de hecho, es decir, sea utilizado por el interesado de forma habitual.
- Que el apellido o apellidos que se tratan de unir o modificar pertenezcan a la persona que realiza la petición de forma legítima.
- Que los apellidos que resultan del cambio no provengan de la misma línea.
Todos estos requisitos serán aplicables a aquellas personas que solicitan cambiar los apellidos por voluntad propia.
En cambio, existen otros casos en los que cambiarse de apellido en el registro civil se lleva a cabo por imperativo legal. Concretamente, cuando hay un fallo judicial sobre una filiación, o en los casos de adopción.
¿Cuáles son las excepciones para cambiarse de apellido?
El cambiarse de apellido en el registro civil exige de cumplir los tres requisitos mencionados. Ahora bien, existen las siguientes excepciones:
- Cambiar el orden de los apellidos.
- Adaptar la escritura de apellidos extranjeros para que suenen y se vean bien en español o en alguna de las variantes del español.
- Si un apellido español escrito en un registro no se ve o suena correctamente en español, se puede corregir para que sea más acorde con las normas de la lengua.
- Si los apellidos que se desean modificar fueron impuestos de manera incorrecta en relación con las normativas establecidas.
- Cuando se desee que la preposición “de” se coloque antes del primer apellido que se haya usado comúnmente como un nombre propio.
- Cuando el apellido a modificar sea inapropiado.
- Para preservar un apellido español de la extinción.
- En situaciones excepcionales.
- Como víctima de violencia de género.
- Por razones de necesidad urgente.
Una excepción con sentimiento
El origen de esta excepción se remonta a épocas pasadas en los que, desgraciadamente, existía la situación en la que se abandonaban a los niños y niñas recién nacidos/as, siendo enviados a los orfanatos.
A la hora de dejar constancia de estas personas a nivel registral, se les ponía el apellido de “Expósito” dándole así una procedencia social, puesto que no se conocía su procedencia o el lugar en el que habían nacido.
Contemplando este perjuicio que podía causar a nivel de reputación a estas personas, se empatizó a nivel legal con estas personas, y a partir de 1921 se permite cambiarse de apellidos sin cumplir con los requisitos aplicables a otros apellidos.
El apellido Expósito es el único contemplado de forma explícita en la Ley de Registro Civil, pero existen otros que guardan similitudes. Es el caso de apellidos como:
- De la Iglesia, de Dios Cruz, De María, Iglesias o San Juan: hacían alusión al lugar frente al que fueron abandonados/as y que tiene origen eclesiástico.
- Salamanca, Bilbao, Sevilla o España: se utilizaban para ocultar su origen, que era el abandono y para evitar ponerles el apellido Expósito.
- Delofeu en Cataluña (trad. “Dios lo hizo”) o Gracia o de Gracia en Aragón (se pensaba que la gracia de dios tenía algo que ver en su supervivencia)
¿Cómo solicitar el cambio de apellido?
En el momento de cambiarse de apellidos se necesitará presentar una solicitud al registro civil de nacimiento del peticionario en el que se manifieste la causa que motiva el cambiarse de apellido. Esta documentación tendrá como destinatarios al ministro de Justicia o el director general de los Registros y del Notariado.
De forma adjunta, se deberá aportar la certificación literal de nacimiento del afectado por el cambio y una prueba para acreditar el uso y conocimiento, la legitimidad y la línea de la que proceden los apellidos u otra circunstancia en que se base la petición.
¿Cuáles son las consecuencias de cambiarse de apellidos?
Cambiarse de apellidos supone unos efectos que pueden ir más allá de lo estrictamente legal y es que, supone un cambio de identidad que puede generar confusión al principio.
Teniendo en cuenta un punto de vista legal, cambiarse de apellidos supone actualizar ante el registro civil este cambio, pero también a nivel de pasaporte, carnet de identidad, licencia de conducir o tarjeta de crédito, entre otras.
También a la hora de trámites legales respecto de las herencias o con el patrimonio, pues es el apellido, es la referencia para identificar a las partes implicadas. Del mismo modo, que la descendencia de quienes deciden cambiarse de apellidos se verá modificada.
Ahora bien, a nivel psicológico el apellido trae consigo un sentido de pertenencia respecto a la historia de las familias, de forma que puede suponer un rechazo a sus raíces o, por el contrario, una forma de afirmar su identidad cultural y personal.
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