4 casos donde se violan los derechos humanos en México

Los casos donde se violan los derechos humanos en México son alarmantes. Cada año, se documenta el incremento de estos, por lo que la situación es nada alentadora. Se reportan actos que van en contra de la integridad física, psicológica y sexual tanto de hombre como de mujeres.

Estos eventos no solo evidencian las fallas estructurales en torno a la prevención, respuesta y punición, sino también la urgente necesidad de reformas que aseguren la protección de los derechos fundamentales de la ciudadanía mexicana. Es más, este es un compromiso del México con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual le exige cumplir con un conjunto de medidas para amparar a las víctimas y reducir la incidencia de casos de violencia. 

En lo que sigue, se desarrollan 4 casos donde se violan los derechos humanos en México.

Caso 1. Desapariciones forzadas 

Las desapariciones forzadas en México son una grave violación contra los derechos humanos. Con la delincuencia organizada y los cárteles de la droga como los principales agentes de violencia, se documenta la impunidad en la que termina una gran parte de los casos. ¿A qué se debe esto? Si bien el Estado mexicano ha determinado medidas para prevenir y contener este tipo de actos, aún atacar el problema estructural que los sostienen. Las autoridades deben implementar mejores protocolos de persecución, pero también identificar la responsabilidad de los agentes estatales. 

Las víctimas suelen ser hombres adultos, pero también se ha visto un incremento en la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres. Las cifras totales son alarmantes: desde 2006 hasta 2023, se reportaron casi 96 mil desapariciones. Los responsables de estas acciones en contra de los derechos humanos son la delincuencia organizada y los carteles de la droga. Lamentablemente, muchas personas sufren las consecuencias de la guerra contra el narcotráfico, sobre todo, en Sinaloa, Tamaulipas, Zacatecas, Guerrero, Estado de México y Coahuila. Aquí los delitos van desde el secuestro, el tráfico de menores, el rapto, entre otros. 

Caso 2. Desprotección de migrantes 

México es uno de los países que más ha sufrido la crisis migratoria de los últimos años en Latinoamérica. De hecho, desde finales de 2021, se ha incrementado dramáticamente la cifra de migrantes nacionales y extranjeros que intenta pasar a Estados Unidos con el único objetivo de escapar de la precariedad, la pobreza y la falta de oportunidades en sus países de origen. Expuestos a peligros, detenciones y violencia tanto física como sexual, estas personas se movilizan a través de vías irregulares para eludir a las autoridades fronterizas.  

En este camino, signado por la desprotección, se llegan a ver incluso familias enteras provenientes de países como Guatemala y Honduras. Esta vulnerabilidad deriva no solo en casos de robos, extorsión, desapariciones, muertes y violaciones, sino también en la ausencia de atención primaria para las poblaciones que más la necesitan, a saber, niños, ancianos, enfermos crónicos y víctimas de violencia sexual. Estas últimas requieren medidas de intervención prioritarias e integrales con el fin de evitar enfermedades de transmisión sexual y otros problemas de salud. 

Caso 3. Ataques periodistas y activistas ambientales 

Los periodistas y activistas ambientes son, actualmente, objetivo de violencia en un entorno nacional cada vez más hostil para quienes se atreven a informar y defender el medioambiente. Por un lado, los periodistas no solo sufren intimidación, estigmatización y ataques contra su integridad física, sino también impunidad, ya que los casos no llegan a resolverse, es decir, identificar culpables, capturarlos e impartir sentencias. El amedrentamiento y asesinatos para evitar las investigaciones de los periodistas siguen creciendo, mientras los familiares de las víctimas padecen la ausencia de justicia. 

Por otro lado, los activistas ambientales también enfrentan riesgos similares. Desde 2022, las agresiones a defensores del medioambiente han visto un crecimiento inusitado: se cuentan asesinatos y ejecuciones extrajudiciales. Así, desde 2014 hasta el año mencionado, las agresiones letales pasaron de 4 a 24. Se reconoce como principales agentes de la violencia a los criminales organizados y comandos fuertemente armados. Las poblaciones más afectadas son, desde luego, las comunidades indígenas. Protectores del medioambiente y los derechos humanos sufren ataques, agresiones y desplazamiento de sus tierras. Este es uno más de los casos donde se violan los derechos humanos en México.

Caso 4. Violencia contra las mujeres y feminicidio 

Otra gran crisis en México es la violencia de género, la cual encuentra en el feminicidio una de las violaciones más extremas de los derechos humanos. Cada año, son asesinadas más de tres mil mujeres y niñas en todo el territorio nacional. Estas cifras, al mismo tiempo, revelan una escalada en la violencia que afecta a las más jóvenes del país, quienes son las más vulnerables ante los delitos sexuales, la trata de personas e, incluso, la violencia familiar. 

Pese a la existencia de leyes y normativas cada vez más severas, la aplicación de estas no llega a ser del todo efectiva, además de tener como agravante la deficiente persecución, captura y reclusión de los agresores. Como en otros casos de violación contra los derechos humanos en México, se trata de una impunidad generalidad debido a la deficiencia del sistema judicial del país. 

En cuestión de cifras, casi la mitad de las mujeres mexicanas reportan haber sido víctimas de alguna situación de violencia durante la infancia, además de ser las niñas de entre 10 y 14 años las más afectadas por el delito de violación. En casos de feminicidio, se abrieron, hasta finales de 2023, más de 130 investigaciones. Esto demuestra la vulnerabilidad de las mujeres ante diferentes modalidades de violencia, entre las que se incluyen los delitos contra la seguridad y libertad sexual, la violencia intrafamiliar, trata de personas y lesiones. 

Se requiere un abordaje integral para prevenir estos casos, donde las medidas de prevención y protección son imprescindibles. Además, se deben incluir programas de educación sexual integral en las escuelas, cambios en la educación pública, despliegue de campañas de concientización, mejoramiento de las políticas sociales contra la violencia de género y la optimización de los servicios de apoyo a las víctimas.

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