¿Qué es la inflación? ¿Cómo afecta la inflación a las empresas? ¿Qué medidas pueden tomar en su gestión? La evolución actual de los precios y en general su evolución en los últimos años ha supuesto un incremento en el coste de la vida en general, de empresas y de particulares, que ha derivado en diferentes cuestiones sobre su influencia.
Es por ello que en la siguiente tribuna profundizaremos sobre el concepto de inflación, las consecuencias derivadas de su surgimiento, las medidas para combatirla y su situación actual para analizar sus aspectos clave.
¡Comencemos!
La inflación
Debemos tener en cuenta, que este concepto posee una gran importancia por su influencia sobre la economía, pero ¿Qué podemos considerar como inflación?
Este concepto, en términos generales, hace referencia a aquel proceso por el que el valor de una moneda se reduce.
Si analizamos cualquier economía de mercado, los precios de aquellos bienes y servicios que se comercializan tendrán variaciones en su valor. En estos casos, habrá existencia de inflación cuando los precios generales sufran un incremento.
Este incremento va a derivar en que el consumidor podrá adquirir menos bienes y servicios con el mismo dinero.
Estas variaciones, provocan una serie de desequilibrios que fundamentan la ley de la oferta y la demanda, provocando el incremento de los precios de los diferentes bienes y por tanto una menor capacidad adquisitiva de los individuos.
Respecto a su evolución, es el Banco Central Europeo, la institución que establece la tasa de inflación que con carácter general sería la saludable. En este caso, la sitúa en torno al 2%.
El objetivo principal de la estabilidad de precios es evitar circunstancias extremas como las que derivan de los periodos inflacionistas y deflacionistas.
¿Cómo afecta la inflación a las empresas?
Si analizamos la información general, recordemos que la inflación se traducía en un incremento del nivel de vida, como consecuencia del aumento generalizado de los precios.
A nivel empresarial, las organizaciones soportan estas variaciones al igual que cualquier consumidor. El incremento de los precios se traduce en un efecto general negativo en las empresas.
Esto es principalmente porque el incremento de los precios, afecta a los costes de producción como pueden ser las materias primas y estas finalmente derivan es unos precios finales muy elevados. Conduciendo a un aumento de la inflación.
A las empresas les repercute directamente sobre el margen de beneficio, puesto que el aumento de los costes produce una reducción del mismo.
Si analizamos los último estudios de las ATA (Asociaciones de Trabajadores Autónomos) los costes que han afectado a las empresas en su actividad de negocio ha sido el precio de la luz principalmente, seguidos del aumento del coste de la materia prima y los carburantes.
A su vez, el aumento de los precios, incrementa la competitividad entre empresas del mismo sector, provocando dificultad en la captación de clientes y derivando en una menor liquidez.
Sin embargo debemos tener en cuenta que la inflación, no siempre afectará a todas las empresas de igual modo, sino que variará dependiendo del sector. Si consideramos los bienes consumidos, cada empresa se verá afectada por los consumos sobre bienes que dedique a su actividad.
Por ejemplo, supongamos que cierta empresa se dedica al transporte de mercancías. En estos casos se verá especialmente influida por los precios de los combustibles. Mientras que empresas de ámbito tecnológico, estarán más influenciadas por los precios de la electricidad.
Medidas para combatir la inflación
Ante estos casos, las empresas deben de reorganizar su estructura de precios. Puesto que un aumento de los costes se traducirá en un aumento de los precios finales. Esta circunstancia puede ser asumida por grandes empresas, gracias al aprovechamiento de las economías de escala, pero en empresas de menor tamaño es difícilmente asumible.
Por ello, a nivel interno la organización deberá buscar aquella manera que le permita hacer frente a esos cambios, sin perder calidad y satisfaciendo las necesidades del consumidor.
Además, será conveniente que las empresas opten por otras vías para obtener rentabilidad, como por ejemplo a través de ingresos financieros. Esto se consigue a través de productos financieros y de inversión. Un aspecto clave a tener en cuenta es que las rentabilidades que ofrezcan sean superiores a la inflación existente en ese momento.
Si unimos estos dos aspectos, será necesario llevar un control eficaz de la rentabilidad de la empresa, puesto que las variaciones de los precios ajustarán el margen de beneficio, lo cual nos permitirá optar o no por otras vías de negocio.
Actualidad sobre la inflación en la UE
En la actualidad, si analizamos la evolución reciente de la inflación de la Unión Europea, el año 2022 cerró con una tasa del 9,2%, siendo su récord histórico en un 10,6%.
En el caso concreto de España, la inflación se sitúo en el 5,5%, situándose como uno de los países con una menor tasa de inflación de la Unión Europea, junto con Luxemburgo y Francia. Recordemos que el BCE establece que lo “saludable” sería que estuviera en torno al 2%.
Esta diferencia entre el valor real y el aconsejable es el coste adicional de la vida que repercute negativamente al consumidor. Además, según informaciones del economista Riccardo Crecendi la inflación sería un factor problemático en el desarrollo de 2023, principalmente influenciada por la guerra de Ucrania, manteniendo la inestabilidad actual de precios.
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