En 2011, el déficit público español alcanzó la cifra del 8, 51% del PIB, incumpliendo claramente el objetivo dictado por Bruselas, que establecía como tope máximo un 6,6%.
Para corregir esta desviación, el ejecutivo aprobó un paquete de medidas para ahorrar 8.900 millones de euros. Como consecuencia de este “reajuste” se aprobaron modificaciones que afectaron, entre otros, al IRPF, al Impuesto sobre Sociedades o al IBI.
En el IRPF se aprobó un “recargo temporal complementario” sobre las rentas del trabajo y del capital, dando lugar a un aumento de las cuotas a pagar. Este incremento se estableció en relación a la base liquidable y no en función de los ingresos brutos, para tener en cuenta las circunstancias personales y familiares de los contribuyentes. De esta manera, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, apuntó que se trataba “de una subida provisional que respetaba los principios de justicia y equidad”.
La subida se aplicó sobre todos los tramos del IRPF: para las rentas del trabajo la cuota estatal subió desde 0,75 para el primer nivel, hasta el 7% en el último nivel, a partir de 300.000 euros; para las rentas de capital la subida fue desde el 2% hasta el 6% para bases liquidables superiores a 24.000 euros.
“Se aprobó un recargo temporal complementario sobre las rentas del trabajo y del capital”
También en 2011, en el marco del Real Decreto-ley 6/2010, de 9 abril, de medidas para el impulso de la recuperación y el empleo, se estableció una deducción temporal por obras de mejora realizadas en la vivienda habitual hasta el 31 de diciembre de 2012. Para poder beneficiarse de la misma el contribuyente no podía tener una base imponible superior a 53.007,20 euros.
El denominado “recargo de solidaridad” en la cuota estatal para las rentas del trabajo y los rendimientos de capital, se suponía que iban a tener también un carácter provisional.
Pero ante los malos datos económicos, el ejecutivo ha decido mantener la subida de impuestos, eso sí prometiendo que en 2015 se suprimirán.
“El déficit de España se eleva al 10% si tenemos en cuenta las ayudas a la banca”
En 2012 España acumuló un déficit del 6,8%, cantidad que se eleva al 10% si se tiene en cuenta el dinero destinado a sanear a la banca española. Para 2013 se prevén datos muy negativos en relación a algunos indicadores macroeconómicos, como es la tasa de paro, que se situará en el 25,8% en el 2015.
Vistas las cifras y hechas las previsiones para los próximos años, no sería de extrañar que el Ejecutivo vuelva a anunciar que se prorrogan estas medidas.
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