Por muy poco arraigada que esté la figura del influencer, es un trabajo. Sino, que se lo digan a Maria Pombo, Dulceida, Daniel Illescas, Luc Loren o María Fernández Rubíes. O a los más de 20 millones de influencers en el mundo. Así que, sí, ser influencer es un trabajo.
Vivir de las redes sociales es una fuente de ingresos novedosa, todos somos conscientes de ello, pero es posible. Eso sí, no es un camino profesional tan fácil como lo pintan, ya lo dice el refrán: “No es oro todo lo que reluce”. El influencer debe compartir un contenido que sea de calidad para que, realmente, se convierta en un trabajo.
¿Te gustaría ser uno de ellos? ¿Quieres crear campañas de publicidad con influencers? ¡Ineaf es la clave! Si te atrae este mundo, debes prestar mucha atención a las razones por las que ser influencer es un trabajo. Tras este pequeño análisis, ya podrás empezar a formarte. ¿Estamos listos? ¡Vamos allá!
¿En qué consiste el trabajo de influencer?
Un influencer es un creador de contenido digital como cualquier otro, pero con la diferencia de que cuenta con un alto nivel de credibilidad, voz y, en general, influencia para dar opiniones. Generalmente, lo hace acerca de productos y servicios dentro de un mismo nicho de mercado.
“Es influencer una persona que cuenta con cierta credibilidad sobre un tema concreto.”
Sus opiniones, recomendaciones, reseñas y discusiones se masifican dentro de los diversos canales digitales en donde pueden liderar y contar con una base amplia de seguidores.
Por lo general, debido a este alto nivel de influencia, este perfil de creador de contenido lleva a cabo acuerdos, contratos e intercambios con marcas para realzar sus campañas de marketing digital en las diferentes plataformas de comunicación la marca. Esto consiste en compartir y difundir opiniones positivas sobre sus productos y/o servicios, recibiendo comisiones a cambio.
¿Por qué ser influencer es un trabajo?
Ya lo estábamos comentando en el apartado anterior: porque recibe una serie de comisiones a cambio de su tiempo y esfuerzo dedicado en las redes sociales. Entonces, y solo bajo esas premisas, estaríamos hablando de un ámbito profesional.
“Las redes sociales se han ido convirtiendo, poco a poco, en un canal dónde poder generar ingresos para aquellos más creativos.”
Por tanto, los influencers trabajan como productores de contenido que, a través de sus perfiles en redes, aportan diversión e información. En definitiva, entretenimiento. Sin embargo, como decimos, para que realmente esto se convierta en un trabajo remunerado es indispensable llevarlo a cabo con mucho esfuerzo y dedicación. Como cualquier otro profesional, ¿verdad? Además, la forma de darse a conocer en las redes sociales e Internet, en general, es mediante la creación de contenido en sus diversas formas (videos, posts, imágenes…), lo cual supone un trabajo.
Y es que, al fin y al cabo, ellos son una herramienta más de la publicidad y el marketing para dar visibilidad a las marcas. Y, por consiguiente, deben dedicarle un tiempo, una constancia, un cuidado y una responsabilidad que conlleva su correspondiente remuneración.
En definitiva, por todas estas razones, ser influencer es un trabajo y se puede considerar como tal.
Influencers más conocidos en España
Quienes pueden asegurar al 100% que ser influencer es un trabajo, son los propios protagonistas de este post. Vamos a conocer a algunos de los favoritos:
- María Pombo: tiene 2,3 millones de seguidores a sus 27 años. Ni ella misma podía augurar, cuando empezó a compartir sus looks, que se convertiría en un auténtico fenómeno de las redes sociales. Su éxito es rotundo hasta el nivel de poseer tres empresas propias.
- Ibai Llanos: es un streamer, presentador y narrador español. Ha sido presentador en G2 Esports y en Twitch cuenta con más de 8,3 millones de seguidores.
- Aida Domenech: conocida por el nombre artístico Dulceida, es una de las pioneras de nuestro país y más conocidas. Empezó como bloguera y ahora ronda los tres millones de seguidores en Instagram.
- Marc Forné: modelo español, fotógrafo y bloguero de estilo de vida. Y es que, crea contenido sobre fotografía, moda, viajes y comida.
- Rocío Osorno: está en este ranking debido a su pasión por la moda. Tiene su propia firma de vestidos de fiesta y boda, que ha llegado a desfilar en la Semana de la Moda de Sevilla.
Los influencers y los paraísos fiscales
Ahora, ya podemos asegurar que ser influencer es un trabajo y que los influencers han aparecido como una nueva profesión. Pero, ¿cómo tributan los mismos? En cuanto a esto, existe cierta polémica que ha saltado a los medios. Veamos…
Muchos de los influencers y creadores de contenido en internet han confesado en los últimos años haberse sumado a esta tendencia de los paraísos fiscales. Hablamos de una lista de deportistas y famosos que se trasladan al Principado de Andorra por su baja fiscalidad.
Aunque España dejó en 2018 de considerar a Andorra como un paraíso fiscal, lo cierto es que la cercanía con España y su régimen fiscal menos rígido sigue siendo la alternativa preferida para muchos.
Y es que, cuanto más poder adquisitivo tengas, mayor será tu contribución a la Hacienda Pública. Pero es que, además, el porcentaje que se aplica a cada tramo es superior en España que en Andorra. Un porcentaje que casi quintuplica el tramo más alto de la renta.
Así, los nuevos perfiles profesionales de la economía digital han vuelto a poner de relieve la falta de regulación con las actividades en remoto. Es decir, que se desarrollan en abierto en Internet sin un destino delimitado.
El cómo va a acabar esto, aún no lo sabemos…
¿Cómo trabajar con influencers?
Ahora bien, trabajar con estos influencers es otro aspecto clave en su estudio. Y es que, no sólo importa conocer por qué ser influencer es un trabajo, sino cómo lo llevan a cabo…
Pues bien, el error más frecuente cometido por las marcas que deciden trabajar con ellos para sus campañas de publicidad es seleccionar estos influencers en función de su número de followers. Y es que, creen que aquellos influencers con un mayor número de seguidores aportarán mejores resultados a sus estrategias. Y no es así: el poder de influencia de un influencer no depende de su número de seguidores. Sino, de la calidad de los mismos…
Es decir, es más efectivo dirigir acciones a través de influencers con menor número de seguidores pero con mayor influencia sobre los mismos.
Por lo tanto, el número de seguidores es, por supuesto, un factor a tener en cuenta ya que determina el tamaño de la comunidad a la que se dirige ese influencer, pero no es el único… Además del número de seguidores (alcance), se deben tener en cuenta el engagement y el nivel de influencia de los influencers.
Por otro lado, si quieres llevar a cabo estrategias de Publicidad y Marketing digital con influencers, debes conocer el código de conducta que define y delimita esta relación profesional.
En conclusión, ser influencer es un trabajo cada vez más reconocido y, por tanto, profesionalizado.
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