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La economía de Marruecos es una de las más potentes del continente africano. Si bien su desarrollo económico ha sido pausado y frágil a lo largo de estas últimas décadas, se considera una economía emergente con mucho potencial de cara al futuro.
La agricultura es una fuente de empleo para un porcentaje nada desdeñable de la población y los sectores como la manufactura de automóviles y el turismo están en pleno crecimiento.
En este artículo de INEAF te explicamos cómo ha evolucionado la economía del país sarraceno a lo largo de estos años, cuáles son sus principales fuentes de ingresos y qué problemas sistémicos azotan al país.
Historia económica contemporánea de Marruecos
Si bien podemos hablar largo y tendido de cómo se ha desarrollado Marruecos económicamente a lo largo de estos años, hemos decidido resumir los datos más relevantes de cada período económico de la historia contemporánea del país norteafricano.
Cabe mencionar que, comparativamente, su PIB ha crecido más que el de países como Mauritania, va a la par con el de Argelia y se queda muy atrás de su hermana Túnez.
Años 60
Marruecos experimentó una serie de planes de desarrollo económico destinados a modernizar su economía y aumentar la producción. En la década de 1960, se implementaron planes quinquenales con énfasis en el desarrollo y la modernización del sector agrícola, así como en el desarrollo de la industria turística. A pesar de las inversiones, el crecimiento económico no alcanzó las metas establecidas en los planes.
Años 70
En la década de 1970, hubo un enfoque en el desarrollo industrial, especialmente en la producción de productos químicos y fosfatos. Sin embargo, la inflación y las reformas de ajuste estructural impuestas por instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial llevaron a tensiones sociales y represión.
Años 80
Marruecos lanzó un ambicioso plan quinquenal con el objetivo de lograr un crecimiento económico del 6,5% anual, crear empleo y modernizar diversos sectores, incluyendo agricultura, energía e industria. A pesar de las inversiones masivas, la economía siguió siendo vulnerable a factores como la dependencia agrícola y las condiciones climáticas, como las sequías.
Años 90
En la década de 1990, el país logró cierta estabilidad macroeconómica, pero el crecimiento no fue suficiente para reducir el desempleo. La sequía afectó al sector agrícola, mientras que los esfuerzos de diversificación económica continuaron sin alcanzar plenamente sus objetivos.
Años 2000
En la primera década de los años 2000, se implementaron reformas económicas y se siguió intentando diversificar la economía, aunque la dependencia agrícola persistió. Se liberalizaron sectores como las telecomunicaciones y se llevaron a cabo privatizaciones para estimular el crecimiento, pero la desigualdad económica en la población civil seguía siendo palpable.
Crisis de 2008
La crisis financiera mundial no afectó apenas a la economía de Marruecos, en parte debido a la solidez del sector financiero, los esfuerzos de consolidación fiscal previos y la prevalencia del sector primario en la economía.
A medida que avanzaba la década, se lanzaron nuevas estrategias económicas, como el Plan Maroc Vert y el Plan Emergence, destinadas a industrializar el sector agrícola y promover la diversificación económica.
Hacia finales de la década de 2000, Marruecos había logrado mantener un crecimiento económico moderado, impulsado en parte por el sector agrícola y los esfuerzos de diversificación.
Principales problemas de la economía marroquí
Como ya hemos esbozado anteriormente, la economía marroquí ha crecido tímida pero decididamente en las últimas décadas. Sin embargo, arrastra una serie de problemas coyunturales que aquejan a la población marroquí de hogaño. Son tres:
Desigualdad económica
Marruecos es el país con mayor desigualdad económica de toda África. Es decir, una parte privilegiada de la población disfruta de altos ingresos y está bien posicionada laboralmente, mientras que otra experimenta serias dificultades económicas y tiene acceso limitado a servicios básicos y oportunidades de empleo. Esta brecha económica está generando tensiones sociales e influyendo negativamente en la cohesión social y la estabilidad económica a largo plazo.
Desempleo juvenil
A pesar de los esfuerzos por crear empleo y mejorar la educación y la capacitación profesional por parte de los sucesivos gobiernos, es muy difícil para muchos jóvenes marroquíes encontrar trabajo. Además, es muy significativa la cantidad de oportunidades laborales en el país que se mueven en el mercado negro. Esta falta de oportunidades ha impulsado a los marroquíes jóvenes (y no tan jóvenes) a emigrar a otros países, especialmente a Europa.
Falta de diversificación económica
La economía marroquí sigue siendo excesivamente dependiente de sectores como la agricultura y el turismo, lo que la hace vulnerable a fluctuaciones en los precios de los productos básicos y a acontecimientos climáticos como las sequías o los terremotos. Esta concentración de la economía en el sector primario limita el potencial de crecimiento a largo plazo y dificulta la creación de empleo en sectores más dinámicos y de mayor valor agregado.
La economía de Marruecos por sectores
Esta es la situación de la economía marroquí por sectores:
Sector primario
En el sector primario, la agricultura sigue siendo fundamental para la economía de Marruecos, contribuyendo significativamente al PIB y proporcionando empleo a una gran parte de la población.
Sin embargo, necesita dar respuesta a algunos problemas de gran calado, como la dependencia de las condiciones climáticas, la escasez de agua y la necesidad de modernización para aumentar la productividad y la sostenibilidad.
Aunque Marruecos ha logrado cifras impresionantes en la producción de cultivos como trigo, cebada, tomates y aceitunas, hay aspectos preocupantes como la falta de diversificación y la vulnerabilidad ante las fluctuaciones climáticas.
La ganadería y la pesca también desempeñan un papel importante en el sector primario, y experimentan problemas parecidos a los de la agricultura. Marruecos destaca como el primer país en producción de pescado de toda África.
Sector secundario
Por otro lado, el sector secundario ha florecido en los últimos años, especialmente en industrias como la fabricación de vehículos, la industria farmacéutica y la minería. Esto se debe a la búsqueda de fuentes de creación de empleo alternativas por parte del gobierno en pos de reducir la dependencia de la agricultura y crear empleo en sectores manufactureros.
Con la presencia de empresas automotrices internacionales como Renault y Peugeot, Marruecos se ha convertido en un núcleo exportador de fabricación de automóviles, aprovechando su ubicación estratégica entre Europa y África.
Además, la industria farmacéutica ha experimentado un crecimiento notable, con Marruecos emergiendo como uno de los principales productores de medicamentos en África para otros países.
La minería, especialmente en fosfatos, también juega un papel crucial en la economía, aunque plantea un serio reto en materia de transición ecológica, algo de lo que Marruecos se preocupa más bien poco.
Sector terciario
El turismo ha sido una fuerza impulsora importante para la economía marroquí, generando ingresos significativos y empleo en áreas como la hostelería, el transporte y los servicios relacionados. La estrategia Visión 2010 del gobierno para el turismo ha conseguido atraer a un mayor número de visitantes y mejorar la infraestructura turística en todo el país.
Además del turismo, el sector terciario también incluye servicios como tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que han ganado protagonismo en los últimos años.
Marruecos se ha convertido en un destino atractivo para la inversión en TIC, con un aumento en la conectividad a Internet y la expansión de servicios digitales en sectores como la banca, el comercio electrónico y la educación en línea.
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