Día 21 de junio, comienza el verano, comienza el buen tiempo, la playa, las risas y la alegría. El verano es una época donde parece dejarse atrás la sombra que en invierno dibuja el amargor de la crisis, el desempleo y el no poder llegar a fin de mes, o al menos esa es la impresión que se suele dar
Quiero destacar el “amanecer” de este verano con dos buenas noticias en relación a la tasa de paro y el desempleo juvenil.
El pasado 28 de junio el Consejo Europeo acordó en Bruselas un fondo para España de alrededor de 2.000 millones de euros para la lucha contra el paro juvenil, que se distribuirá entre 2014 y 2015 y que según estadísticas de Eurostat disminuirá la tasa de paro de personas entre 15 y 24 años en más de un 50%.
El Gobierno defiende que además de corregir el paro juvenil, dará libertad a recursos propios del Estado para poder invertir en otras políticas de carácter social sin que, a su vez, suba el déficit.
Todavía está por ver si las pretensiones del presidente Mariano Rajoy para conseguir que esta dotación no compute como déficit público se cumplirán.
Esta cuestión suscita muchas dudas acerca de si, efectivamente, se logrará reducir la tasa en el porcentaje estimado, o si estos jóvenes podrán aguantar 2 años para poder desarrollar su carrera profesional, y no se “fuguen” a otros estados con mayores oportunidades laborales. Pero ya que estamos en verano, seamos optimistas
Por otro lado, el verano empieza con estadísticas esperanzadoras: datos que rondan los 127.000 parados menos en junio, la mayor reducción de paro trimestral desde 2007, lo que podría augurar un cambio de dirección hacia la creación de empleo.
Como vengo repitiendo a lo largo de este artículo, es verano y no seré yo quien mengüe la ilusión de la sociedad, pero por lo que la época estival representa, estos datos pueden dar lugar a confusión y estar condicionados por múltiples variables que no representen de manera fiel esta buena noticia.
Es decir, es muy probable que estemos en un punto de inflexión en la crisis, y el crecimiento que poco a poco está experimentando el país se traduzca en creación de empleo. Pero también es muy probable que este dato sea puramente estacional, y hasta que no entremos en el tercer y cuarto trimestre, no sepamos a ciencia cierta el camino que nuestro mercado laboral sigue.
No obstante y para más información del lector mostramos las siguientes gráficas confeccionadas por el FMI, representativas de la evolución del empleo hacia el futuro
Suponiendo que los datos sigan su curso en el tercer y cuarto trimestre, habrá una mejora de nuestra situación laboral. Lo que me preocupa, es que si esta previsión se produce de una manera paulatina, o bien es la estacionalidad la que condiciona este comportamiento, la subida del empleo puede verse truncada precisamente por el factor tiempo.
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