El Método SCAMPER y la creación de ideas

Método SCAMPER

El método SCAMPER es una herramienta que nos ayuda a impulsar la creatividad y encontrar soluciones novedosas en cualquier ámbito. En los procesos creativos o de diseño se pueden emplear diversos métodos para generar ideas. Entre otros: la técnica de los 6 sombreros, el brainstorming o el brainwriting.

En este artículo profundizaremos en una de las herramienta de ideación más efectiva: el método SCAMPER para la creación de ideas. Este método se destaca por su enfoque sistemático que favorece la creatividad y el desarrollo de la imaginación.

¿Qué es el método SCAMPER?

El método SCAMPER es una técnica creativa que favorece la innovación en el proceso creativo mediante la aplicación de siete estrategias. Realmente, el término SCAMPER es un acrónimo de un total de 7 acciones: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Proponer, Eliminar y Reordenar. Cada una de estas acciones se enfoca en modificar aspectos específicos de un problema o producto para crear algo nuevo.

Su origen lo encontramos en el trabajo de Alex Osborn, que fue pionero en técnicas de pensamiento creativo. Posteriormente, fue popularizado por Bob Eberlee, que desarrolló esta técnica a partir de la lluvia de ideas.

La idea central de este método es que cualquier proceso, producto o servicio existente puede mejorarse o transformarse con alguno de estos siete ajustes. No se necesita empezar desde cero para ser innovador; basta con modificar lo que ya existe. Es especialmente útil en la mejora continua de productos o servicios, ya que permite descubrir oportunidades de innovación donde antes solo había limitaciones.

Los 7 enfoques del método SCAMPER con ejemplos

Sustituir

El primer enfoque de SCAMPER es sustituir. Esta estrategia nos invita a preguntarnos qué elementos de nuestro producto pueden ser reemplazados por otros componentes que funcionen mejor. Por ejemplo, hace unos años las compañías de telefonía móvil sustituyeron los teclados de los dispositivos por pantallas táctiles mejorando significativamente su funcionamiento.

Combinar

El segundo enfoque es combinar y la idea es pensar cómo podríamos fusionar diferentes elementos o conceptos en un mismo producto. Al combinar características de productos existentes, podemos generar innovaciones que satisfagan múltiples necesidades a la vez. Por ejemplo, la combinación de un teléfono móvil con una cámara digital dio origen a los smartphones modernos.

Esta técnica es muy común en el design SCAMPER, donde combinar diferentes conceptos puede dar lugar a productos más completos y útiles.

Adaptar

El enfoque de adaptar nos invita a tomar prestadas ideas o soluciones de otros campos o productos y adaptarlas al problema en cuestión. Al considerar qué cambios podemos introducir a nuestro producto conseguimos adaptarnos mejor a los gustos y necesidades de los clientes. Un ejemplo serían las cadenas de televisión analógicas, que han lanzado plataformas web y apps para ofrecer sus contenidos en streaming mediante suscripción.

Modificar

El objetivo de la estrategia modificar es cambiar la apariencia del producto para mejorarlo. Esto puede implicar cambiar el tamaño, la forma, el color, o cualquier otra característica. Por ejemplo, diseñar coches de tamaño más pequeño para hacerlos más utilitarios y fáciles de apartar en la ciudad.

Proponer otros usos

El quinto enfoque consiste en proponer otros usos para un producto o servicio existente. Esta estrategia nos anima a pensar en nuevas formas de utilizar un producto o idea. Muchas veces, los productos encuentran su verdadera utilidad en aplicaciones diferentes a las que originalmente se pensaron. Un ejemplo reciente son los nuevos Work Café que ha abierto en Banco Santander en sus oficinas. En estas zonas de coworking, además de realizar gestiones bancarias, los clientes del banco pueden trabajar, celebrar reuniones de trabajo, organizan charlas y conferencias, etc.

Eliminar

A veces, la mejor manera de mejorar algo es simplificándolo. Eliminar características innecesarias o complicadas puede hacer que un producto o idea sea más eficiente y fácil de usar. Este enfoque es especialmente útil cuando algo parece ser demasiado complejo o tiene características innecesarias que no aportan valor.

Por ejemplo, los primeros iPods se destacaron por su simplicidad en comparación con otros reproductores de música de la época. Al eliminar funciones redundantes y centrarse en la experiencia del usuario, lograron una gran aceptación en el mercado.

Reordenar o reorganizar

El último enfoque, reordenar o cambiar el orden, busca alterar el orden de los elementos o procesos para observar cómo afecta al resultado final. Reordenar puede revelar nuevas perspectivas y oportunidades de mejora. Por ejemplo, IKEA repensó el concepto de muebles asequibles y consiguió un producto mucho más barato al eliminar la fase de montaje.

¿Cómo usar el método SCAMPER?

El método SCAMPER se puede utilizar en cualquier fase del desarrollo de un producto o servicio, desde la generación de ideas hasta la mejora de algo ya existente.

Para usar el método SCAMPER, primero es necesario identificar el producto, servicio o proceso que se desea mejorar. A partir de ahí, se aplican los siete enfoques de SCAMPER formulando preguntas que estimulen el pensamiento creativo. Este proceso debe llevarse a cabo de manera sistemática, generando y anotando todas las ideas que surjan, sin limitar la creatividad. Una vez recopiladas, se evalúan las ideas para determinar cuáles son viables y aplicables. Este enfoque estructurado facilita la creación de ideas innovadoras y la mejora continua.

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