¿Sabes qué son las empresas unicornio? En este artículo, vamos a darte algunas claves cómo las luces y sombras de las empresas unicornio están cambiando el panorama empresarial. ¡Empezamos!
La primera vez que oyes el nombre de “Empresa Unicornio” es inevitable que venga a tu mente ese animal de la mitología europea rodeado de un arco iris. Por lo menos es lo que me paso a mi la primera vez que oí el calificativo de unicornio.
El adjetivo de unicornio se acuño por primera vez haya por 2013 por la inversora de capital riesgo Aileen Lee, precisamente para enfatizar que lo que era un mito hasta ese momento, dejaba de serlo y era real.
¿Qué son las empresas unicornio?
Las empresas unicornio son compañías de naturaleza privada, de carácter emergente, íntimamente relacionadas con la tecnología y el capital riesgo, que no cotizan en bolsa (aunque para muchas es un objetivo) y que cuentan con un valor superior a 1.000 millones de dólares. Sí, has leído bien.
Seguro que te estarás preguntando. Pero bueno, ¿y cuantas hay? Según el Banco Santander esa cifra se sitúa en 1.100 empresas. Puedes comprobar la evolución casi “en tiempo real” en Banco Santander. Solo en 2021 “nacieron” 519 en todo el planeta.
Haciendo unas simples operaciones podrás comprobar el impacto que estas firmas tiene en el Producto Interior Bruto global, y las consecuencias, positivas y negativas, luces y sombras, que esto acarrea.
¿Cuáles son las principales características de las empresas unicornios?
Como ya he citado, su base tecnológica es una de las principales. La innovación es su bandera. Su modelo de negocio suele ser sencillo y claro. Se dirigen directamente al consumidor (B2C), aunque también existen dirigidas a empresas (B2B), y suelen evitar intermediarios por norma general. Su equipo directivo, y su plantilla, cuenta con una media de edad bajísima, la juventud es otra de sus claves.
Siempre andan a la búsqueda de financiación externa, que encuentran en rondas de financiación millonarias e inversores que confían en el potencial de desarrollo de la compañía. Son escalables, así consiguen ir subiendo peldaño tras peldaño a la consecución de inversiones, optimizando los costes en cada escala.
Estas startups unicornio están normalmente fuera del radar del pequeño inversionista. La dificultad de comparar el modelo de negocio, recordemos que se basan en la innovación, por lo que seguramente no tengan competencia directa, resulta demasiada incertidumbre para el inversor minorista.
Por el lado de la oferta, estas empresas son verdaderas especialistas en sus campañas de branding y marketing. Se posicionan en la mente del consumidor como un “aliado” que rompe con los paradigmas empresariales establecido en el sector en el que se desarrollan, con el objetivo de hacérselo todo mas fácil a su consumidor.
La economía colaborativa es otra de sus mejores armas, ya estemos hablando de trasporte, financiación, comercio, software, productos farmacéuticos… o incluso de conocimiento.
¿Cuál ha sido el “caldo de cultivo” de la aparición y desarrollo de las empresas unicornio?
Las bases están claras. Países de los llamados “desarrollados” que cuentan con un tejido empresarial maduro, y sobre todo con potenciación de la innovación y la creatividad en su capital humano.
La puesta en valor de la cultura emprendedora en muchos países (otros ya la llevan en sus genes) ha disparado la búsqueda de nuevas necesidades de los consumidores que satisfacer, y, sobre todo, la planificación e implementación del como satisfacerlas de manera novedosa, ágil y sencilla.
Romper con los paradigmas empresariales clásicos es fundamental. Los “nuevos consumidores”, categorizados en los estilos de vida Explorer, Aspirer e incluso Reformer (clasificación 4Cs) no quieren consumir de manera clásica. Buscan experiencias de compra, no tanto el artículo final a comprar.
Igualmente importante es la apuesta de la financiación privada, sobre todo “capital semilla” que interviene en la creación desde cero de la startup.
¿Y quiénes son? ¡Quiero nombres de los unicornios!
A continuación, vamos a nombrar algunas, estoy casi seguro de que te suenan, el orden es aleatorio:
Toutiao – Bytedance (China), Uber (EEUU), WeWork (EEUU), Airbnb(EEUU), Spotify (Suecia), JUUL Labs (EEUU), Idealista (España), Netflix (EEUU), Monsanto (México), Cabify (España), Didi Chuxing (China), Edreams (España)…
Pero, por ahora todos son luces… ¿y las sombras?
Por definición todo lo que tiene luces, tiene sombras.
Las empresas unicornio, como ya sabes, no cotizan en bolsa. Por lo que la transparencia de la información económico-financiera es muy relativa. Su valor se calcula en función de los usuarios que tienen, y del potencial desarrollo de sus mercados. Coincidirás conmigo en que esto es, cuanto menos, inquietante.
El temor a que podamos estar ante una burbuja similar a las “puntocom” de los años noventa se va extendiendo en los mercados. Aunque de momento nadie quiere bajarse del carro de la empresa de éxito.
Simplemente la posibilidad de que se este produciendo esa burbuja, hace que muchos estados estén poniendo mucha atención al desarrollo de estos unicornios.
Pero también las potencian. Ya en el año 2019, el presidente Macron implemento una política de apoyo a las startups, con nada menos 5.000 millones en presupuesto, en la búsqueda de sus unicornios. En enero del año 2022 ya tenia 25. Y el objetivo es contar con la centena en 2030.
Sin dejar a una lado la ecología, ya que de ese centenar de empresas unicornio, 25 serán unicornios verdes.
¿Por qué? ¡a quien no le gustaría tener un unicornio en su vida!
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