La guerra asimétrica es un conflicto militar en los que hay una abismal diferencia entre las fuerzas, recursos, medios y capacidades de los adversarios.
Generalmente, se enfrenta un ejército convencional, bien armado y organizado, contra una milicia irregular o grupo armado, que puede ser desde una fuerza insurgente, guerrilla o un grupo terrorista.
Las guerras asimétricas obligan a los bandos a utilizar tácticas atípicas, que rebasan el marco de la tradición militar tradicional.
El concepto fue acuñado por William Lind en 1986 junto con un grupo de oficiales del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE. UU., dentro de lo que dio en llamarse la “Revolución en la Cuestión Militar“.
A pesar de que este concepto ha sido analizado y estudiado por diversos mandos de los ejércitos más modernos del mundo, principalmente Rusia y EE. UU., siguen teniendo dificultades en este tipo de conflictos.
¿Cómo reconocer una guerra asimétrica?
Como ya hemos dicho anteriormente, su principal característica radica en la gran desigualdad de ambos ejércitos que obliga a uno a utilizar tácticas de guerrilla, ya que le sería imposible ganar el conflicto mediante batallas directas.
Es el grupo más débil el que utiliza tácticas no convencionales para contrarrestar la superioridad del enemigo, mucho más fuerte y preparado que ellos.
¿Y qué son las tácticas de guerrilla?
Aunque las tácticas de guerrilla se han realizado a lo largo de la historia, el término de “guerrilla” proviene del español y significa “pequeña guerra”, que se popularizó especialmente con la guerra de independencia española y enfrentó a las milicias y ciudadanos españoles contra las tropas napoleónicas que por aquel entonces era el ejército más poderoso de Europa y posiblemente del mundo.
Las tácticas de guerrilla consisten en pequeños ataques sorpresa, emboscadas, sabotajes y operaciones encubiertas. Estas tácticas están diseñadas para desgastar y desmoralizar al enemigo.
Por norma general, el ejército más fuerte es el invasor, mientras que el rival más débil juega en casa y lucha para expulsar a los invasores. Aunque las milicias no cuentan con el mismo material, no obstante, las tienen mayor conocimiento del terreno y cuentan con el apoyo de la población local, pueden dar una ventaja al grupo más débil. Estas ventajas hacen que el rival más débil sea mucho más flexible, pudiendo dispersarse rápidamente y operar en células pequeñas, dificultando su localización y eliminación por parte del enemigo.
Hoy en día, los grupos de guerrilla utilizan las redes sociales para promover propaganda y e influir en la opinión pública, ganando de esta forma apoyos que se traducen en ayudas externas, ya sea financiando, enviando equipamiento o reclutando a nuevos miembros locales y extranjeros y reclutar nuevos miembros.
Aunque pueden carecer de armamento avanzado, las guerrillas a menudo emplean dispositivos explosivos improvisados (IED), armas ligeras y tecnología básica para maximizar su efectividad.
Ejemplos de Guerras asimétricas
Algunos de los conflictos más recientes y famosos de guerra asimétrica son:
La guerra de Vietnam dónde el gran ejército de estados unidos se enfrentó a los guerrilleros del Viet Cong, antiguos soldados que lucharon en la guerra de Indochina contra los franceses; sin embargo, la mayoría de los soldados de esta guerrilla eran campesinos y ciudadanos que no solo luchaban con tácticas de guerrilla, sino que proporcionaban información a sus mandos, suministros, y realizaban actividades de sabotaje.
Estados Unidos contaba con la mejor tecnología bélica del mundo, lanzó aproximadamente 7.5 millones de toneladas de bombas sobre Vietnam, 5 millones más que en toda la Segunda Guerra Mundial y aun así perdió la guerra ¿Por qué? Porque no puedes plantear una estrategia de guerra tradicional en guerra asimétrica.
Otro ejemplo más reciente que ha demostrado que un grupo armado compuesto por pequeñas milicias puede derrotar al mejor ejército del mundo, el conflicto de Afganistán.
No solo perdieron los estadounidenses, 32 años antes los soviéticos también tuvieron que retirarse de Afganistán (1979-1989), donde los insurgentes afganos (muyahidines contra soviéticos y talibanes contra estadounidenses) utilizaron tácticas de guerrilla contra fuerzas militares mejor equipadas.
Como hemos visto, la guerra asimétrica representa todo un desafío para los ejércitos modernos, especialmente cuando no cuentan con el apoyo de la población civil.
La clave para ganar una guerra asimétrica radica en la capacidad para adaptarse, utilizar el terreno a nuestro favor y emplear tácticas innovadoras que exploten las debilidades del oponente.
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