Las habilidades conversacionales se definen como el manejo de elementos verbales, y también no verbales, que son realizados para iniciar, mantener y finalizar conversaciones. Estas conversaciones mantenidas con otras personas serán satisfactorias tanto para nosotros como para los interlocutores.
Estas habilidades están relacionadas con la capacidad que tienen las personas para llevar a cabo una interacción de forma individual o grupal. Se trata de algo básico en la vida personal y profesional. Primeramente, en lo personal para iniciar, mantener o afianzar relaciones afectivas o de amistad. Y, desde el punto de vista profesional, para conseguir una comunicación asertiva con compañeros o jefes.
Que se dominen estas habilidades ayudará para estar en contacto con los demás, además de vivir las relaciones sociales sin ansiedad.
Importancia del saber comunicar para desarrollar habilidades conversacionales
Las habilidades conversacionales y sociales son tan importantes porque nos enseñan y nos permiten vivir en sociedad. Al igual, son necesarias para que se transmitan y se capten las ideas de los que nos rodean.
Por tanto, no solo se refieren para emitir un mensaje, sino que también se necesitan para entender lo que el interlocutor nos quiere decir.
Las habilidades conversacionales más importantes serán:
- Escucha activa: hay que saber escuchar. Sería el primer paso para que podamos conectar con la persona que nos habla. Atender conscientemente a lo que nos dicen nos ayuda a conocer diferentes puntos de vista y a enriquecer nuestra experiencia.
- Empatía: esta sería una de las más necesarias puesto que ayuda a reducir la tensión y nos permite ir hacia una resolución del problema. Esto no quiere decir que estemos de acuerdo con el otro, si no entender su situación y hacérselo saber.
- Validación emocional: se debe respetar lo que está diciendo nuestro interlocutor. Aceptaremos y no juzgaremos, aunque no se esté de acuerdo con lo que dice. Esto es fundamental para no entrar en una situación de prejuicios y rechazos. Así, entenderemos las emociones para poder reaccionar de una forma resolutiva.
- Asertividad: esto es, comunicar con claridad y con respeto, ya sea con uno mismo o con los demás. Podemos decir que se conversaría con seguridad y no dejando que las emociones negativas nublen la parte racional.
- Lenguaje no verbal: el tono, el volumen de la voz, gestos y posturas forman parte de este tipo de lenguaje. Suele ser sencillo determinar la coherencia entre lo que se dice y el comportamiento. Hay que saber interpretar el lenguaje no verbal de los demás y ser conscientes del nuestro.
Modo de iniciar una conversación
En primer lugar, escogeremos un lugar y momentos adecuados. Nos presentaremos con nuestro nombre y preguntando el de la otra persona. También se realizarán preguntas relacionadas con la situación, la otra persona o uno mismo.
Para hacer preguntas tendremos en cuenta:
- Preguntas abiertas: este tipo de preguntas no se responderán con un “sí” o “no”. En este tipo se solicita más información, ya sea sobre nuestros pensamientos o nuestros sentimientos. Podemos apoyarnos en: qué, quién, cuándo, dónde, cómo o por qué.
- Preguntas cerradas: estas nos permiten conocer información con rapidez y sí se contestarán con un “sí” o un “no”.
Mantener y acabar una conversación
Para mantener una conversación deberemos escuchar atentamente a lo que nos cuentan. Si nos interesa lo que nos cuentan, pero no tenemos preguntas, se puede animar a la otra persona para que siga hablando. Igualmente, podemos dar nuestra opinión al respecto.
Para continuar, acabar una conversación será esperar el momento adecuado para no interrumpir. Haremos un comentario final siendo directos y honestos. Y, por último, nos despediremos y quedaremos para otra ocasión.
Habilidades de comunicación en los abogados
La comunicación es crucial para un abogado. Los conflictos suelen aparecer cuando no hay claridad en la comunicación, ya sea con el cliente o con un compañero. Para lograr una comunicación efectiva hay aspectos que serán determinantes, algunos ya los hemos visto anteriormente.
- Conocer el lenguaje no verbal además del lenguaje verbal: el lenguaje no verbal tiene una importancia fundamental en la comunicación con el otro, ya que representa el 55% de la comunicación sumado al 38% con la voz. La comunicación verbal solo representa un 7%.
- Escuchar verdaderamente al otro: para ello, es importante propiciar un ambiente de confianza y cercanía en el que el cliente pueda llegar a sentirse cómodo para manifestar todo aquello que le preocupa.
- Construir relaciones con facilidad: da razones para que confíen en ti. Hay que ser honesto sin dar falsas expectativas.
- Conocer tu rol y lo que se espera de ti: Es importante saber cuál es tu posición en el despacho para el que colaboras o en el que eres socio. En la relación con el cliente determina tu posición como abogado.
- Estar presente y atento: La atención y la presencia son fundamentales para una comunicación eficiente y efectiva. Antes de asumir, pregunta y corrobora que has entendido el mensaje de la conversación.
Tener en consideración todos estos aspectos ayudará a que tu impacto con los demás mejore. Busca la excelencia sin olvidar que en cada caso hay una problemática que afecta al ser humano.
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