Inteligencia Artificial y Derechos de Autor: comienza la batalla

Inteligencia artificial y derechos de autor ¿Comienza la batalla?

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18/07/2023

La irrupción de ChatGPT ha enfrentado a los creadores de contenido y las empresas tecnológicas, ya que, existen serias dudas sobre la protección de la autoría de los datos y los documentos de internet de los que se nutren estas inteligencias artificiales generativas. Da así comienzo a una guerra, la de la inteligencia artificial y derechos de autor.

¿Quién logrará la victoria? Continúa leyendo más acerca de esta contienda por la protección de datos y los derechos digitales.

Primeras denuncias

La inteligencia artificial y derechos de autor han chocado ya en numerosas ocasiones derivándose en denuncias que han tenido repercusión mediática.

Uno de los casos corresponde a la actriz y comediante estadounidense Sarah Silverman que interpuso una demanda a OpenAi (creador de ChatGPT) alegando que su contenido protegido con derechos de autor fue utilizado para el entrenamiento de Chat GPT sin su consentimiento. Lo mismo sucedió con los escritores Paul Tremblay y Mona Awad pero con LLaMA, el modelo de aprendizaje de Mark Zuckerberg.

También es llamativa la demanda colectiva en EE. UU. contra el buscador más famosos del mundo: Google. La acusación ante el gigante de internet es la de robar secretamente el contenido creado y compartido por cientos de millones de estadounidenses en internet para entrenar a su chatbot Bard.

Por último, también existe una demanda por parte de Getty Images (agencia de fotografía) hacia Stability AI por infringir el copyright al haber utilizado millones de imágenes protegidas para el entrenamiento de su inteligencia artificial.

Todos estos casos evidencian como la inteligencia artificial y derechos de autor no han hecho sino comenzar su batalla particular.

Probar los hechos: el verdadero problema

A la hora de determinar si la inteligencia artificial ha infringido los derechos de autor existe un inconveniente que es probar que se ha producido. Al respecto, no existe un registro de los datos empleados para el entrenamiento de la IA o las herramientas de IA generativas.

Por este motivo, los demandantes deberán probar en juicio que sus obras son el entrenamiento empleado para la inteligencia artificial. Además, deberán de probar que entrenar la IA con material protegido infringe los derechos de autor de sus titulares.

En el largo plazo, se abrirá un precedente en cuanto a que los tribunales se pronuncien ante los casos descritos anteriormente. La complejidad residirá en que el aprendizaje de la máquina es similar al humano, y pueden “inspirarse” a la hora de crear estas obras y no ser un plagio de la obra original.

No obstante, se puede predecir en la batalla entre la inteligencia artificial y derechos de autor, que en el futuro las empresas de IA generativas que tienen fines de lucro necesiten del consentimiento de los titulares de las obras con una contraprestación económica al respecto. Esto se debe a evitar el choque frontal con el art. 17 de la Ley de Propiedad Intelectual que se posiciona en favor de los autores en cuanto a ejercer el derecho de explotación de su obra de forma exclusiva.

Canon a las empresas de IA ¿La solución?

Las entidades de gestión de derechos de autor están presionando porque exista la obligación por parte de las empresas de IA generativas de citar a los autores de los contenidos de los que se entrena la IA. Ahora bien, el volumen de fuentes es tan elevado que sería una tarea bastante compleja.

Para ello, se plantea una solución similar a la de la Lista Robinson, en la que los autores puedan apuntarse a ella y solicitar que se les excluya de su utilización.

También se plantea como solución la de imponer un canon a las empresas de IA parecido al canon por copia privada. Ahora bien, se está buscando un acuerdo común en el que tanto editoriales, empresas de IA o autores obtengan beneficio.

Las obras de la IA ¿Creación humana o no?

El futuro predice que en la relación entre la inteligencia artificial y derechos de autor surgirá la cuestión de determinar el origen humano o no de las obras de inteligencia artificial generativa.

Al respecto existen voces que consideran no humanas a estas obras y otras que dependerán de cada caso. Corresponderá al juez determinar si la obra es merecedora de protección por la ley de propiedad intelectual o no. El motivo es, que tan solo las creaciones humanas, gozarán de esta protección.

Tan solo es el comienzo de esta batalla entre la inteligencia artificial y derechos de autor, por lo que, te recomendamos que permanezcas atento a nuestro blog donde nos haremos eco de todas las novedades de una contienda que prevé que se prolongue en el tiempo.

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