La importancia de la Inversión Extranjera Directa y sus tipos

Inversión extranjera directa

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8/07/2024

Uno de los términos que más relevancia ha adquirido en el campo de la economía es el concepto de “inversión extranjera directa”. ¿Nos acompañas a conocer todos los detalles acerca de qué es la inversión extranjera directa? ¡Vamos!

¿Qué es la Inversión Extranjera Directa?

Esta expresión se utiliza para referirse a las inversiones que individuos y empresas realizan en un país distinto al de su residencia y cuenta con una serie de características.

Aunque la inversión extranjera directa ha existido durante siglos, ha adquirido especial relevancia durante el siglo XX.

Por ejemplo, en la era colonial las potencias europeas ya invertían en infraestructuras y activos para explotar recursos.

Pero en los últimos años, debido a la globalización y el avance tecnológico, se ha facilitado el movimiento de capitales en el ámbito internacional.

Características de la IED

 La inversión extranjera directa tiene una serie de características clave que las distingue de las inversiones tradicionales.

  • Gestión Activa: El inversor participa de forma activa en la gestión de la inversión.
  • Control: El inversor busca obtener influencia en la toma de decisiones.
  • Transferencia de recursos: La inversión se acompaña con recursos materiales e inmateriales.
  • Es una inversión a largo plazo
  • Impacto en la economía local: La IED contribuye al desarrollo económico de una región

Ventajas de la IED

Por tanto, la inversión extranjera directa conlleva una serie de ventajas para el país receptor de la misma, pero también para el inversor.

Algunas de las ventajas más significativas que podemos destacar, son:

  • Contribuyen a la creación de empleo del país receptor de la inversión
  • Implementación de nuevas tecnologías que pueden beneficiar a las empresas locales
  • Aumento de la competencia, que se traduce en una mayor eficiencia y productividad
  • Acceso a mercados internacionales: Muchas veces, las empresas locales pueden beneficiarse de la influencia del inversor para acceder a nuevos mercados.

Tipos de inversión extranjera directa

Además, según la naturaleza y los objetivos de la inversión, podemos clasificar la IED en cuatro categorías.

Inversión Extranjera Directa Horizontal

La IED horizontal ocurre cuando una empresa invierte en el extranjero para producir los mismos bienes o servicios que produce en su país de origen. Es decir, una empresa replica sus operaciones en un nuevo mercado.

Este tipo de IED se realiza generalmente para acceder a nuevos mercados y aumentar la participación de mercado.

Por ejemplo,  una empresa de vehículos alemana abre una nueva planta de fabricación en España para producir los mismos vehículos.

Inversión Extranjera Directa Vertical

La IED vertical se da cuando una empresa invierte en un negocio extranjero que forma parte de su cadena de suministro. Podemos encontrar dos tipos:

  • Backward Vertical IED: Cuando la inversión se realiza en actividades previas al inicio de la cadena de suministro. Por ejemplo, la obtención de recursos.
  • Forward Vertical IED: Por el contrario, la inversión se realiza después de la cadena de suministro, por ejemplo, en las actividades de venta de productos.

Por ejemplo, una empresa de ropa estadounidense que invierte en una fábrica de textiles española para suministrar materiales al resto de sus fábricas.

Inversión Extranjera Directa Conglomerada

La IED conglomerada ocurre cuando una empresa invierte en un sector diferente al de su negocio principal.

Este tipo de IED es menos frecuente debido a que implica asumir un riesgo extra para el inversor.

Suele producirse cuando las empresas detectan el potencial económico en algún proyecto o se alían para desarrollar nuevos negocios.

Por ejemplo, una empresa de robótica de EEUU se alía con una empresa farmacéutica española para desarrollar un nuevo producto.

Inversión Extranjera Directa de Plataforma

La IED de plataforma se refiere a la inversión en un país extranjero con el propósito de exportar productos a otros mercados.

En este caso, el país receptor de la inversión no es el mercado final de los productos. Este tipo de inversión se realiza para aprovechar ventajas como costes laborales más bajos, incentivos fiscales o acceso a mercados regionales.

Por ejemplo, una empresa española establece su fábrica en otro país porque la mano de obra es más barata.

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