Japón sube el impuesto sobre el consumo

Japón, por primera vez en los últimos 17 años, ha subido el impuesto sobre el consumo, equivalente al IVA en nuestro país, pasando del 5 al 8%. Por tanto, esta subida será la cuarta subida del impuesto a lo largo de toda su historia.

El primer ministro, Shinzo Abe, se ha liado la manta a la cabeza y se ha aventurado a subir el “IVA japonés” en tres puntos porcentuales,  para salvar el sistema de protección social, el cual está siendo cada vez más costoso debido a la longevidad de la población nipón y no tener así que emitir nueva deuda.

Esta nueva medida, entrada en vigor el pasado día 1 de Abril, pretende recaudar unos 8 billones de yenes durante 2014 según los más optimistas, aunque hay quien opina que no será tan elevada esta recaudación, puesto que se prevé que el consumo disminuya más de lo que se prevé en el próximo trimestre.

Además de esta subida, el Parlamento, ha acordado para el año que viene otra subida adicional, pasando el tipo del 8 al 10%, aunque se prevé que se atrasará si el descenso del consumo es excesivo.

Adicionalmente, se van a impulsar otras medidas para compensar esta esperada caída en el consumo, inyectando un total de 5,5 billones de yenes (aproximadamente unos 40.000 millones de euros)

Envuelto por un escenario no muy positivo marcado por un endeudamiento en más de dos veces su Producto Interior Bruto (PIB), por un aumento de los gastos sociales y por una deflación de casi dos décadas, hay quien opina que  esta nueva subida supondrá el fin del primer ministro, aun sabiendo además que la población nipona es muy reticente a estas subidas de este impopular, impuesto que en un pasado supusieron la salida de otros ministros, como fue Yoshihiko Noda, sucesor de Shinzo Abe, o Ryutaro Hashimoto.

 Además, la confianza sobre el compromiso del Gobierno para sanear el problema del exceso de deuda pública se verá mermada y es probable que se disparen los tipos a largo plazo.

Por lo pronto, los nipones, en las últimas semanas, se han acercado a los comercios para adquirir compulsivamente reservas de numerosos productos del hogar para evitar pagar más una vez aprobada la medida, aunque la subida no sea tan drástica, lo que anticipa el parón en el consumo.