La crisis política del euro

“¡Antes del euro estábamos mucho mejor!¡Cuánto han subido los precios!”

Si la adhesión al euro fue en sus inicios comensal habitual de muchos almuerzos de los hogares españoles, los resultados electorales han mostrado un escepticismo generalizado hacia la panacea de la moneda única. .

Ni los fundadores de la Unión Europea se libran de la oposición: la soberanía popular ha mostrado su disconformidad con la Europa sin fronteras y de la moneda única en Francia, Reino Unido,  Dinamarca, Grecia o incluso Alemania, respaldando a signos políticos por partidos por cuyos principios nacionalistas reclaman la reconquista del poder nacional. Así, Marine Le Pen declaraba durante el  transcurso de los comicios que los resultados del partido que lidera clamaban “una política de los franceses, por los franceses y para los franceses”.

La sublevación frente a la UE también se hace notar en UK, con la victoria del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), partido con pretensiones de que se produzca la desvinculación total entre Gran Bretaña y Europa. En España,  el terremoto “Podemos” de Pablo Iglesias consigue posicionarse como la cuarta fuerza política ante el desconcierto del bipartidismo imperante y los alemanes colocan en el mapa parlamentario a Alternative für Deustchland, opuestos al euro (según ellos “el error fatal que amenaza con la prosperidad de Alemania”) y con un discurso de alerta sobre las garantías de la deuda de otros países para los capitales del pueblo germano.

Estos resultados tienen dos posibles lecturas: por un lado, se apunta al auge generalizado de los llamados “anti- euro” o puede percibirse como una crítica contra las instituciones comunitarias y el centralismo. Opiniones aparte, los expertos exclaman al unísono la necesidad de una mayor integración que preserve el futuro de la moneda. Sostienen que la Eurozona tiene futuro incierto fuera del cobijo de una unión bancaria y fiscal completa que regule las disparidades en el gasto tributario y nivele las diferencias entre países ricos y pobres. Claro que ante el aumento de la representación de fuerzas a favor de la desintegración del euro y de la UE, los acuerdos sobre la constitución de una unión fiscal y bancaria integral no llegarán a buen puerto.

“Unión bancaria y fiscal que regule las disparidades en el gasto tributario y nivele las diferencias entre ricos y pobres”

En medio de la turbulenta situación política del euro, los mercados se muestran ajenos a cualquier indicio de peligro y la burbuja se sique alimentando con las ansias de los inversores en busca de las gangas del tipo de interés pero obviando los acontecimientos que podrían hacer explotar la burbuja.  Incierta es la rentabilidad de los inversores del CAC- 40 francés con las promesas latentes de cambios de moneda y su respectiva devaluación, o la de los compradores de bonos griegos, país que se ha desprendido de posturas intermedias y ha optado por los extremos de izquierda y derecha. Una situación, que como ya comentaba en la tribuna “La burbuja del mercado de deuda a punto de estallar”, se dirige a un precipicio a no ser que las autoridades bancarias y los gobiernos le pongan freno.