A reforzar el ecosistema europeo de semiconductores se le ha llamado “Ley Europea de Chips” o “Ley de Chips”. ¿Quieres conocer todos los detalles de la nueva Ley Europea de Chips? ¡Empezamos!
La Comisión Europea cree que la Ley de Chips es una buena opción para hacer frente a la falta de semiconductores y reforzar el liderazgo tecnológico de toda Europa porque, y así lo dijo Ursula von der leyen, Presidenta de la Comisión Europea: “There is no digital without chips” (Sin chips no existe lo digital).
¡OJO! Hay que dejar patente que la escasez mundial de semiconductores es una realidad que ha afectado a la fabricación de una infinidad de productos: coches, ordenadores, videoconsolas, productos sanitarios, etc.
¿Qué es un chip?
Los microchips son un conjunto de pequeños circuitos electrónicos sobre una pieza plana cuyo material es semiconductor. Este material, normalmente, va a ser silicio.
Estos microchips, a pesar de su diminuto tamaño, contienen miles de millones de transistores, es decir, interruptores que se controlan de forma electrónica.
Un concepto que podemos resumir con la siguiente frase: ¡los chips son el ADN de la tecnología moderna!
¿Qué hacen los chips?
Estos chips capturan, almacenan y procesan datos y, además, pueden actuar sobre ellos. Y es que los chips se usan en cualquier ámbito como puede ser el hogar, el colegio, el trabajo, en el transporte, para la asistencia sanitaria, en las infraestructuras de energía, movilidad o datos y comunicaciones, pero también son esenciales para lo que viene, es decir, para la inteligencia artificial, energía verde, internet de las cosas, etc.
¿Por qué hay que actuar y crear la Ley Europea de Chips?
Partiendo de la propia web de la Comisión Europea, “los chips son activos estratégicos para cadenas de valor industriales fundamentales”, en el ámbito de la Unión Europea, sirviendo de facilitadores para poder entrar en nuevos mercados como “los automóviles altamente automatizados, la nube, la internet de las cosas, la conectividad, el espacio, la defensa y los superordenadores”.
Como se ha comentado con anterioridad, la escasez mundial de semiconductores ha provocado el cierre de fábricas en múltiples sectores afectando también, desde el punto de vista geopolítico, a la capacidad de los distintos países para actuar en campos como el militar, el económico o el industrial.
Hay que dejar claro que son muchos los agentes que participan en la fabricación de chips (desde los materiales hasta la comercialización) y que las perturbaciones en su producción pueden causar escasez y traer graves consecuencias.
Como colofón, en 2030 se prevé que la demanda de chips se duplique por su importancia dentro de la industria y de la sociedad europea.
*Gráfica con la previsión hasta 2030 publicada por el Consejo Europeo.
Por lo anterior, se cree necesario crear un ecosistema europeo vanguardista de chips incluyendo la producción y conexión de tres capacidades reconocidas a nivel mundial: investigación, diseño y ensayo.
Reforzar el liderazgo tecnológico con la Ley Europea de Chips
De entre los principales objetivos de esta ley se destacan el hacer frente a la escasez de semiconductores y reforzar el liderazgo de Europa a nivel tecnológico, con la movilización de más de 43.000 millones de euros provenientes tanto de inversiones públicas como privadas.
Además, otros objetivos para destacar son:
- Aumentar la capacidad de producción para el 2030 en un 20% del mercado mundial.
- Invertir en tecnologías de próxima generación.
- Desarrollar y reforzar la capacidad de innovación en el diseño, la fabricación y el embalaje de chips avanzado en toda Europa, creando procedimientos de certificación de chips confiables y eficientes energéticamente o estableciendo instalaciones de fabricación.
- Llevar a cabo una comprensión profunda de las cadenas mundiales de suministro de semiconductores desarrollando, por ejemplo, herramientas para anticiparse y saber responder ante las situaciones de escasez o creando un mecanismo de coordinación ente los diferentes Estados miembros y la Comisión (Se recomienda la lectura de la Recomendación propuesta por la Comisión con las claves para poner en marcha el instrumento de coordinación cuanto antes).
- Abordar la escasez de capacidades, atraer nuevos talentos y fomentar la generación de una mano de obra cualificada prestando, por ejemplo, apoyo a empresas emergentes e innovadoras.
Concluimos diciendo que los semiconductores son una tecnología compleja que requiere tiempo y capital, por ello se hace necesario un marco jurídico que defina cómo han de derivarse los fondos públicos a la financiación de instalaciones de semiconductores (“Megafábricas”) en Europa, garantizando efectos indirectos positivos en la cadena de suministro.
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