Desde que la Agencia Medioambiental Estadounidense (EPA) acusó al gigante de la automoción Volkswagen de trucar sus vehículos para que pudiesen superar los controles de emisión de contaminantes, las noticias, preocupaciones y denuncias de los consumidores sólo han generado un incremento de la incertidumbre frente a la población en general.
Por ello, desde INEAF queremos dar respuesta a las principales cuestiones del caso y a las preguntas que siguen aún sin resolver por parte de la compañía.
¿Cómo salió el escándalo a la luz?
Todo se inició por un encargo de una ONG estadounidense (International Council on Clean Transportation) a la Universidad de Virginia Occidental de un estudio sobre las emisiones contaminantes de los vehículos diésel.
Para ello, se eligieron dos modelos de Volkswagen y uno de BMW. Durante la realización del estudio se detectó que, mientras que las emisiones del vehículo BMW eran las correctas, las de los vehículos Volkswagen llegaban a superar hasta 30 veces los límites permitidos.
Ante la gravedad de estos resultados, la ONG informó a la compañía y, tras más de un año manteniendo conversaciones con Volkswagen, hizo llegar los datos a la agencia medioambiental estadounidense acusando a la empresa de utilizar un software informático para trucar 482.000 vehículos.
¿Qué están haciendo los gobiernos al respecto?
No son pocos los países que ya han anunciado el inicio de investigaciones para conocer el alcance del problema en sus ciudadanos. Además de Estados Unidos, también Corea del Sur, Francia y Reino Unido han iniciado investigaciones propias y los dos últimos han solicitado una investigación a escala europea.
Por el momento, la Comisión Europea sólo se pronuncia levemente al respecto, manifestando únicamente que “hay que llegar al fondo del asunto” sin dar más detalles.
Respecto a España, el Gobierno está expectante a las explicaciones de Volkswagen y, aunque intenta lanzar mensajes de tranquilidad, muestra una gran inquietud sobre el futuro de las inversiones que tenía previstas realizar la empresa en nuestro país.
¿Se ha instalado el software de trucado en España?
Por ahora, Volkswagen no ha aclarado dónde se encuentran los 11 millones de vehículos que llevan este tipo de software, más allá de los 482.000 localizados en Estados Unidos. Aunque la filial española de la compañía aún no se ha pronunciado al respecto, debemos tener en cuenta que en EEUU sólo el 3% de los vehículos nuevos son diesel pero que, en Europa, el porcentaje llega a ascender prácticamente al 50% (lo que incrementa sustancialmente las probabilidades de coches afectados en España).
¿Por qué lo hizo?
Hasta el momento, la compañía sólo se ha dedicado a asumir el error y ser consecuente. De hecho, el presidente de Volkswagen dimitió hace pocos días y el nuevo, Matthias Müller, se ha limitado a garantizar que el problema se va a solventar en todos los vehículos durante 2016 y en remarcar que no se ha producido ningún daño humano para mitigar la gravedad del asunto.
No obstante, y a pesar de todo, aún ningún representante de la compañía ha sido capaz de justificar las actuaciones que le llevaron a introducir el software en sus vehículos aunque todo indica que todo se realizó para ahorrar costes en la producción de sus vehículos sin repercutir esa disminución en el precio final de los mismos.
¿Qué consecuencias puede tener el caso para Volkswagen?
La consecuencia más grave para Volkswagen la encontramos en su imagen de marca. Siempre se ha considerado a este gigante automovilístico como una empresa seria, con productos de calidad que siempre ha vendido su “cultura ecológica” como un valor añadido a sus vehículos.
Después de este escándalo, toda esta imagen que Volkswagen ha estado difundiendo durante años y años se ha venido abajo. Pero no sólo han logrado que tengamos una visión de pérdida de calidad y de estafa generalizada, sino que las consecuencias económicas para la compañía no deben ser menospreciadas.
Las acciones de Volkswagen ya han llegado a perder hasta un 35% de su valor desde que se destapó el escándalo, lo que equivale aproximadamente a unos 25.000 millones de euros.
Por otra parte, la multa máxima que se le puede imponer en EEUU sería de 37.500 dólares por vehículos, lo que implica un total de 18.000 millones de dólares (16.000 millones de euros). Aunque los principales analistas prácticamente aseguran que no se alcanzarán estas cifras, Volkswagen ya ha provisionado 6.500 millones de euros y ha dejado de comercializar sus vehículos en Estados Unidos.
Sea como fuere, hasta que no salga a la luz qué países han sido afectados y qué medidas se van a ir tomando contra la empresa y cuál va a ser la reacción de sus clientes (tanto actuales como potenciales), no podremos conocer la gravedad del asunto y las consecuencias finales del mismo. Lo que está más que claro es la crisis de Volkswagen no ha hecho más que empezar: se nos cayó un mito y las consecuencias a largo plazo pueden ser realmente preocupantes.
Deja un comentario