Mercado de la vivienda, ¿se acabó la crisis?

Todos somos bien conocedores de la burbuja inmobiliaria que estalló en 2007 y que fue uno de los principales agravantes de la famosa crisis de nuestro país de la que tanto oímos hablar. Si bien es cierto que regresar a los niveles de ventas y crecimiento de 2007 es prácticamente imposible a corto y medio plazo, podemos intuir una cierta tendencia alcista que se consolidará en los próximos ejercicios.

De cara a 2016 y 2017 se prevé un incremento de las transacciones, los precios y las viviendas visadas del mercado de la vivienda, por lo que a partir de 2015 la crisis del mercado residencial comenzará a ver su fin.

Aunque es cierto que el principal incremento de compraventas se producirá en mayor parte en zonas de clase media-alta y alta de grandes ciudades, las demás ciudades también podrán notar una cierta recuperación.

Los principales motivos por los que aumentará la demanda de viviendas son los siguientes:

• Mayor facilidad de acceso al crédito hipotecario: Las entidades financieras incrementarán el crédito concedido al tener menos oportunidad de obtener plusvalías por la compraventa de deuda pública. Si además tenemos en cuenta que se están superando los test de estrés, no debería sorprendernos si las entidades bancarias vuelven a ofrecer hipotecas como producto gancho.
• Aumento importante de inversores nacionales: Recientemente la inversión extranjera en nuestro país era de lo más frecuente y se encontraba en plena expansión. No obstante, se prevé un cambio a favor de la inversión nacional debido a la probable recuperación de precios, el elevado nivel de volatilidad de la Bolsa y la escasa rentabilidad nominal de la renta fija a corto plazo.
• Traslado de la demanda de alquiler a la adquisición de viviendas: Debido a los elevados precios del mercado de la vivienda, una gran parte de familias han elegido vivir de alquiler quedando a la espera de una mayor certidumbre de su futuro laboral, de una bajada de los precios y de una mayor capacidad de ahorro. En la actualidad, parte de estas familias ven una cierta estabilidad en su futuro económico y laboral, lo que incrementa su predisposición en la adquisición de una vivienda en propiedad.
• Recuperación de los indicadores macroeconómicos: Se prevé un crecimiento económico alrededor del 2% en 2015, lo que debería traducirse en un incremento del beneficio obtenido por las sociedades y, sobretodo, por una importante cifra de autónomos y pequeñas empresas. Sin embargo, la creación de puestos de trabajo acontecida en 2014 (aproximadamente unos 350.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo) no afectará a la demanda de viviendas ya que la mayoría de puestos creados han sido de carácter temporal, a tiempo parcial y con remuneraciones escasas.

Resumiendo, a lo largo de 2015 se intuye el inicio de la recuperación del mercado de la vivienda y supondrá el comienzo de una etapa caracterizada por subidas moderadas de precios y por un incremento importante de las transacciones de compraventa. No obstante, hay que tener claro que no vamos a llegar a los niveles de la burbuja económica (2006-2007), así que cuidado, ya que entraremos en etapa de la alegría, pero no entraremos de nuevo en la etapa de la fiesta y del despilfarre económico.