¿Qué es el micromanagement?

Micromanagement

El micromanagement, o microgestión, es un estilo de gestión caracterizado por el control excesivo y la supervisión minuciosa de las tareas y actividades de las personas trabajadoras por parte de sus superiores. Se trata de prestar una atención detallada a cada aspecto del trabajo, desde los procedimientos operativos hasta la ejecución de tareas individuales, lo que deja poco espacio para la autonomía y la creatividad del personal.

Los micromanagers a menudo sienten la necesidad de estar constantemente informados sobre cada paso que dan sus subordinados, lo que puede llevar a una falta de confianza y a una atmósfera de trabajo tensa y sofocante.

Y te preguntarás “¿Por qué se da el micromanagement?” Pues puede surgir por diversas razones, como la falta de confianza en el equipo, la necesidad de control, la inseguridad de la propia persona gerente, o una falta de comprensión sobre cómo delegar efectivamente. Aunque puede parecer un intento de garantizar que el trabajo se realice correctamente, esta práctica a menudo resulta contraproducente y perjudicial tanto para el equipo como para la organización en general.

Micromanagement vs. Macromanagement

Para entender mejor el micromanagement, es útil compararlo con su antítesis: el macromanagement. Mientras que el micromanagement se centra en la supervisión detallada y el control de cada aspecto del trabajo, el macromanagement adopta un enfoque más amplio y estratégico, confiando en las personas empleadas para gestionar sus propias tareas dentro de un marco general de objetivos y resultados esperados.

Por tanto, algunas de sus diferencias clave son:

Micromanagement

Control estricto. Las personas con roles de micromanagers supervisan constantemente el trabajo de sus subordinados, revisando cada detalle y proporcionando instrucciones específicas.

Foco en detalles. Su atención se centra en tareas individuales y procedimientos, a menudo a expensas de la visión global del proyecto.

Baja delegación. Hay poca o ninguna delegación de responsabilidades, lo que puede llevar a una sobrecarga de trabajo para la persona con rol de gerente.

Desconfianza. Este estilo de gestión a menudo transmite una falta de confianza en las capacidades y el juicio de las personas empleadas.

Motivación y moral bajas. Las personas empleadas pueden llegar a sentirse desmotivadas y poco valoradas, lo que reduce su moral y su satisfacción laboral.

Macromanagement

Enfoque estratégico. Quienes poseen roles de gerentes macromanagers se concentran en los objetivos generales y en la visión a largo plazo, dejando los detalles operativos a sus equipos.

Confianza en el equipo. Se confía en las personas empleadas para gestionar sus propias tareas, fomentando la autonomía y la responsabilidad.

Delegación efectiva. Las responsabilidades se delegan de manera clara, permitiendo que la persona con rol de gerente se enfoque en la estrategia y la planificación.

Innovación y creatividad. Además, este enfoque promueve un entorno donde las personas empleadas pueden innovar y encontrar nuevas soluciones a los problemas.

Consecuencias de la microgestión empresarial

El micromanagement puede tener varias consecuencias negativas para una empresa, que van desde la disminución de la moral del equipo hasta la reducción de la productividad y la innovación. Las principales consecuencias pueden ser:

1. Reducción de la moral y la motivación

Cuando las personas sienten que su trabajo está constantemente bajo escrutinio y que no se les permite tomar decisiones por sí mismas, su moral puede verse afectada.

Esta falta de autonomía puede llevar a sentimientos de frustración y desvalorización, lo que a su vez reduce la motivación para realizar su trabajo con entusiasmo y compromiso. Por tanto, las personas trabajadoras pueden llegar a sentir que su trabajo no es apreciado y que sus capacidades no son reconocidas, lo que puede generar una atmósfera de trabajo negativa y desmotivadora.

2. Deterioro de la productividad

La supervisión constante y la intervención en cada detalle del trabajo pueden ser extremadamente ineficientes. Por un lado, se puede perder tiempo esperando la aprobación de la persona gerente para cada pequeña decisión, lo que ralentiza el progreso y reduce la eficiencia general.

Por otra parte, la falta de confianza en las habilidades de las personas empleadas puede inhibir su creatividad e iniciativa, lo que afecta negativamente la productividad a largo plazo. Y, en lugar de concentrarse en tareas importantes y estratégicas, los micromanagers gastan su tiempo en tareas operativas que podrían ser manejadas por personas subordinadas.

3. Alta rotación de personal

El ambiente opresivo creado por la microgestión puede llevar a una alta rotación de personal, pues, las personas talentosas y con iniciativa son más propensas a buscar oportunidades en otros lugares donde puedan ejercer su autonomía y desarrollar sus habilidades sin una supervisión constante.

4. Estrés y agotamiento

La presión constante puede llevar a altos niveles de estrés y agotamiento tanto para las personas empleadas como para quienes desempeñen roles de gerencia. Esto puede ser debido a la supervisión continua y a la falta de autonomía, mientras que los gerentes pueden sentirse abrumados por la carga de trabajo adicional y la necesidad de controlar cada aspecto del trabajo de sus subordinados.

¿Cómo evitar el micromanagement en la empresa?

Para evitar los efectos negativos del micromanagement, las empresas pueden adoptar varias estrategias que fomenten un entorno de trabajo diferente. Algunas de ellas pueden ser:

En primer lugar, quienes tengan roles de gerencia deben confiar en las habilidades de sus subordinados, permitiéndoles tomar decisiones y asumir responsabilidades.

Además, se deben asignar responsabilidades claras sobre cómo llevar a cabo su trabajo. El definir objetivos y expectativas claras para el equipo es muy importante pues, cuando las personas entienden lo que se espera de ellas y cómo su trabajo contribuye a los objetivos generales de la empresa, pueden trabajar de manera más autónoma y eficaz.

Por otra parte, es necesario que se fomente la independencia y la toma de decisiones autónoma es crucial para evitar la microgestión.

Así como, también es necesario invertir en la formación y el desarrollo de las personas empleadas para que se sientan capacitadas y seguras en sus roles, y puedan trabajar de forma autónoma.

Y finalmente, es preciso mantener canales de comunicación abiertos para recibir y dar feedback constructivo.

Como ves, el micromanagement puede ser perjudicial para la moral, la productividad y la retención de las personas trabajadoras en una empresa. Es, por tanto, que saber gestionarlo es algo fundamental. Si te interesa, puedes formarte sobre este y otros temas relacionados gracias a nuestro Master en Business Process Management.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RELACIONADOS