El ICO pondrá a disposición de las empresas una línea de crédito de 1.000 millones de euros, enmarcada en la línea ICO Empresas y Emprendedores 2013. Mediante esta iniciativa se pretende potenciar el mercado de renta fija de las empresas españolas, apoyando que las entidades financieras adquieran bonos y pagarés emitidos por las empresas.
Según el Ministerio de Economía “con esta medida se pretende financiar a pequeñas y medianas empresas, ya que el límite de financiación es de 50 millones de euros” (sic).
Esta línea podrá financiar hasta el 100% del precio de adquisición del bono o pagaré en el mercado primario y el plazo para devolverlo será de uno a diez años.
No podemos olvidar que recientemente se ha publicado que durante el primer trimestre del año –después de la “polvareda” mediática que hemos sufrido en los últimos meses acerca de los incentivos al emprendimiento- los “préstamos ICO” descendieron en más de un 70%.
“La eficacia de esta línea de crédito dependerá de la voluntad de las entidades financieras“
La eficacia de esta nueva línea de crédito dependerá de la voluntad de las entidades financieras, que no hay que olvidar que son la “correa de transmisión” de los créditos. Quizá habría que empezar por cambiar esto.
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