¿Es posible anular un aval hipotecario?

Nulidad de un aval hipotecario

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25/08/2023

La posibilidad de establecer la nulidad de un aval hipotecario es ya una realidad si hablamos en términos de abusividad.

El Banco de España da la siguiente definición de aval: “contrato por el que una persona física o jurídica garantiza o asegura el cumplimiento de obligaciones, asumiendo la obligación de pagar una deuda de otra persona si esta no lo realiza.

Mediante el contrato de aval, el avalista garantiza el cumplimiento de determinadas obligaciones del avalado, asumiendo frente a un tercero, el compromiso de cumplir dichas obligaciones si el avalado no lo hace”.

Por lo que sabemos que un aval hipotecario supone un seguro de que el deudor va a cumplir con sus obligaciones a favor de un tercero.

En otras palabras, funciona como garantía para el caso en el que el titular de la hipoteca deje de pagar.

Lo normal es que el propio inmueble esté establecido como aval, pero puede darse el caso de que la entidad prestamista exija que otra persona avale con todos sus bienes presentes y futuros, dando así cumplimiento a los recogidos por el artículo 1911 del Código Civil y convirtiéndose, a su vez, en un avalista solidario.

Avales de hipotecas

Un aspecto clave es conocer cómo quitar el aval de una hipoteca porque, como viene siendo habitual, el aval está vigente mientras la vida del préstamo hipotecario lo esté.

Para poder quitar un aval hipotecario es importante tener claro que son tres las partes intervinientes:

  • La persona avalada.
  • El beneficiario.
  • El avalista.

Por lo que negociar con la entidad bancaria que concede el préstamo va a ser la clave para poder quitar ese aval hipotecario.

Lo normal es que, si se va al banco y se pide la eliminación de dicho aval, la primera respuesta sea que no. Pero siempre es posible que la situación profesional y financiera, en ese momento, sea diferente al momento de la contratación y el banco-beneficiario acceda a eliminar o cambiar el avalista imponiendo nuevas condiciones.

Pero ¿se puede anular un aval si no lo quieren quitar? Veámoslo.

Nulidad de un aval hipotecario

Lo primero que cabe destacar es que la declaración de la nulidad de un aval hipotecario conlleva, en la mayoría de las ocasiones, vía judicial, tras la existencia de cláusulas que puedan ser consideradas abusivas.

Cláusulas abusivas

Antes de continuar, conviene recordar que las cláusulas abusivas suponen una falta de negociación entre las partes intervinientes; en el caso que estamos comentando, entre la persona avalista y la entidad del préstamo beneficiaria.

Recordemos que no todas las cláusulas no negociadas van a ser abusivas, pero sí cuando el lenguaje no sea claro y comprensible, así como cuando no hayan sido explicadas en caso de ser necesario, suponiendo un desequilibrio entre las partes. Ese desequilibrio es lo que va a dar lugar a esa nulidad contractual.

Un aval hipotecario, con carácter general y abusivo, supone para el avalista la renuncia a los beneficios de orden, división y excusión, reconocidos por el Código Civil a fiadores y avalistas, durante el período de vigencia del préstamo hipotecario, dando lugar a la imposibilidad de cancelar o anular ese aval.

De hecho, ese aval da lugar a que el avalista, sin ser titular de la deuda, tenga casi la misma posición que el deudor principal, respondiendo con todos sus bienes presentes y futuros en caso de impago, por lo que es importante conocer si hay cláusulas abusivas en el contrato.

¿Cómo conseguir la nulidad de un aval hipotecario?

Una vez descubierto el posible abuso y ese perjuicio por haber firmado, es el momento de actuar frente a la entidad bancaria, poniéndola al corriente de la existencia de una situación que hay que cambiar.

Aunque, lo normal, es que la vía judicial sea la salida más común tras el rechazo de querer modificar esa cláusula o cláusulas de carácter abusivo.

De hecho, la declaración de nulidad del aval hipotecario se puede conceder por razones de injusticia, por la inclusión de una cláusula de garantía solidaria que, realmente, es impuesta por los bancos y que, a su vez, carece de una falta absoluta de información y claridad hacia la persona avalista que desconoce el alcance de lo que firma, teniendo una ausencia total de transparencia.

Por lo que, iniciar un procedimiento judicial es lo que va a hacer posible que se declare el abuso y la nulidad de una o varias cláusulas establecidas en el contrato con garantía hipotecaria.

Ante estos casos siempre es recomendable estar preparados y conocer las casuísticas a las que nos podemos enfrentar en los contratos inmobiliarios.  

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