El plazo de pago de facturas es un tema que ha sufrido varias modificaciones en la legislación española en los últimos años. Tanto los empresarios como los autónomos deben tener clara su regulación en cada momento si no quieren encontrarse en una situación de impago que le puede generar costes.
Estamos ante un concepto importante, pues este plazo puede determinar la liquidez y la salud financiera de las empresas. Vamos a comentar en nuestro artículo la regulación actual del pago de facturas, cuál es hoy este plazo y las consecuencias de no cumplirlo.
¿Dónde está regulado el plazo de pago de facturas?
La regulación del plazo de pago de facturas comenzó con la Ley 3/2004 de 29 de septiembre. En ella se daba libertad a las partes para determinar el plazo de pago, pero con un limito de 30 días naturales.
Esta ley estuvo en vigor hasta el año 2010, donde fue modificada. Con la ley 15/2010 de 5 de julio se amplía el plazo de pago hasta los 60 días naturales, como el límite máximo que podían pactar las partes.
De nuevo tuvo que modificarse la ley y tres años después se aprueba la ley 11/2013 de 26 de julio. Esta ley, denominada de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo de crecimiento y la creación de empleo, trajo las siguientes novedades:
- El plazo de pago de facturas por defecto será de 30 día naturales desde el momento de la recepción de la factura o de la prestación del servicio.
- Las facturas deben ser emitidas antes delos 15 primeros días desde la recepción o prestación
- Se da la posibilidad si así lo acuerdan las partes de ampliar el plazo hasta los 60 días naturales. Tendrá la excepción de las facturas emitidas a las Administraciones Públicas y para empresas de alimentos perecederos que mantienen el límite máximo de los 30 días.
Plazo de pago de facturas a proveedores
Cuando hablamos de proveedores debemos tener en cuenta que incluimos tanto a proveedores como a acreedores. Los proveedores son aquellos que nos venden un determinado producto, que pueden ser tanto mercaderías como materias primas. Los acreedores; sin embargo, no nos venden nada, simplemente nos prestan un servicio. Dejamos fuera de esta clasificación a los denominados proveedores de inmovilizado.
Los plazos para el pago de facturas a proveedores y acreedores son los que hemos comentado con la ley actual.
- 30 día naturales por defecto en caso de no existir un acuerdo diferente
- 60 días naturales, si las dos partes lo acuerdan así.
Plazo de pago de facturas a la administración pública
Como hemos comentado, existe una excepción en plazo del pago de las facturas cuando trabajamos con una administración pública. Su regulación específica viene en la Ley 9/2017 de 8 de noviembre de Contratos del Sector Público. Esta excepción tiene sentido para asegurar que las empresas proveedoras, especialmente las más pequeñas, no se vean perjudicadas financieramente debido a retrasos en los pagos por parte del gobierno.
Los plazos de pago de las facturas con la administración pública se determinan en dos periodos:
- Recepción del producto o servicio. La administración tiene un plazo de 30 días desde que recibe la documentación correspondiente para confirmarlo. Las administraciones públicas solo admiten la recepción de las facturas en formato electrónico.
- Pago de la factura. Tras la recepción anterior, cuenta con otros 30 días naturales para realizar el pago.
Si sumamos los dos pasos anteriores de recepción y pago, vemos que se extiende a un total de 60 días naturales
Retraso en el pago de las facturas
El retraso en el pago de las facturas ocurre cuando el deudor no liquida la factura dentro del plazo acordado o regulado. Esto puede tener serias consecuencias tanto para el acreedor como para el deudor.
- Para el acreedor, el retraso puede afectar su flujo de caja, su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras y su operación diaria. En casos extremos, puede llevar a dificultades financieras graves o incluso a la quiebra.
- Para el deudor, el retraso puede resultar en sanciones legales, intereses por mora, pérdida de crédito y deterioro de la reputación comercial.
Si nuestro cliente no paga la factura en el plazo estipulado, tenemos derecho a una indemnización y al pago de intereses de demora. Estos intereses de demora pueden venir pactados en el contrato. En el caso habitual de no estar fijados en el contrato, la Ley determina que se aplicará al tipo de interés utilizado por el Banco Central Europeo. En “su más reciente operación principal de financiación efectuada antes del primer día del semestre natural de que se trate más ocho puntos porcentuales”.
¿Qué pasa con el IVA?
Es posible que, mientras se realizan todas estas acciones, hayamos tenido que abonar a Hacienda el IVA repercutido de la factura, incluso sin haberla cobrado. Si esto ocurre y la factura se considera “incobrable”, tenemos derecho a recuperar el IVA de la factura impagada y recobrar el impuesto pagado por anticipado.
A modo de conclusión podemos afirmar que, tanto para autónomos como para empresas, el plazo de pago de facturas es un elemento crucial en su gestión financiera. Para asegurar que las relaciones comerciales entre empresas sean justas y estables se ha regulado el plazo de pago a proveedores, cuyo cumplimiento es esencial para un entorno empresarial bueno y para evitar sanciones.
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