Polémica por la bajada en el tramo autonómico del IRPF en Extremadura

El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago Terraza,  anunció el pasado 11 de junio una bajada en el tramo autonómico del IRPF, manifestando que el 90% de los extremeños van a beneficiarse de esta medida destinada a rentas inferiores a 24.000 euros al año, es decir 430.000 extremeños.

El presidente presume que devolverá a sus ciudadanos diez millones de euros.

Y nos preguntamos, ¿de dónde los sacará?

El termino al que se refieren muchos políticos, expertos fiscales o incluso Hacienda,  de “devolver”, es un concepto que crea confusión entre los ciudadanos.

Todos hemos escuchado alguna vez: ¡Este año he sido un afortunado: Hacienda me ha devuelto 200 euros en mi declaración de la renta!

Es decir,  que hacienda te está reteniendo todos los meses de tu nómina 16,66 euros, durante un año, y después de la última retención en Diciembre, te devuelve “TÚ DINERO” al cabo de 6 meses sin intereses y te hace creer que eres afortunado.

Es por ello que considero que el Presidente está realizando un acto de demagogia (tan común en la política) al emplear la palabra devolver.

Sin embargo, y a pesar de la demagogia, estoy a favor de esta medida, ya que el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto progresivo que dentro de su amplia complejidad grava la renta de las personas en función de su riqueza.

Pero analicemos una subida de impuestos en cada uno de los estratos económico-sociales de nuestro país.

Rentas bajas. En su estructura de liquidación se quedarán en mucho antes de llegar a la cuota líquida, debido a la reducción por obtención de rendimientos del trabajo y el mínimo personal y familiar, por lo que, a grandes rasgos, no les afectará.

Rentas altas. Una renta (en todas sus fuentes)  que supere los 300.000 euros se verá aplacada por este impuesto, reduciéndose en 150.000 euros para el contribuyente. Esta riqueza se ve afectada por la subida de IRPF, pero 150.000 euros no están nada mal para vivir en nuestro país.

Rentas medias. Estas son las rentas más perjudicadas a nivel impositivo, puesto que sin tener unos ingresos excesivamente altos ni tampoco nimios, verán reducida su retribución mensual y, probablemente, tengan que pagar en su declaración, en caso de que realicen alguna activad ajena a las retribuciones del trabajo.

Por todo esto que he expuesto considero que la ¡acción! y no las palabras  del señor Monago son dignas de reflexión.

No obstante esta medida plantea cierta insolidaridad autonómica con otras comunidades, ya que su  necesidad de financiación puede no permitir esta bajada, creando así una especie de “competencia desleal” e “injusta”, puesto que todos los españoles tendrían que tener las mismas facilidades.

El problema principal radica en la total descentralización de un estado en el que la diversificación de la administración pública daña la estructura fiscal del país. Pero no solo en IRPF, sino también en los Impuestos Autonómicos, como Sucesiones y Donaciones, donde contribuyentes  migran a otras comunidades para poder dejarles a sus hijos una casa (“inter vivos” o “mortis causa”) sin que tengan que hipotecarse adquiriéndola, debido a que hay zonas donde se paga menos o incluso no se paga.

Debido a ello,  es necesario, en mi opinión, que el Sistema Tributario de nuestro país se armonice y cumpla con las expectativas que propone su misión: “Recaudar para invertir en el pueblo”.

Espero, por tanto, que la nueva reforma de las Administraciones Públicas ejemplifique esta armonización, y que se tomen medidas como la del señor Monago, pero conciliadas con la situación común que vive el país.