Los presupuestos generales del Estado son un documento con la previsión de los ingresos y gastos de un País. Este documento se compone de una serie de partidas económicas de cuya configuración dependerá si estamos ante un sistema de política fiscal contractiva o expansiva.
La política fiscal es el conjunto de decisiones político-económicas que determinan la gestión económica de un País. Son los gobiernos los encargados de aplicar estas medidas.
La demanda agregada.
Cuando nos referimos a demanda agregada hacemos referencia al conjunto de bienes y servicios que demanda un país para un determinado nivel de precios en un periodo de tiempo concreto.
La fórmula de la demanda agregada es DA = C + I + G + (X-M), siendo:
- C= Consumo, que representa el consumo de bienes y servicios de las familias, incluidos aquellos que se producen en el extranjero.
- I= Inversión, representa el total de inversiones acometidas por las empresas.
- G=Gasto público, representa el gasto realizado
- Exportaciones netas (X-M) es decir, pretende poner de manifiesto el gasto producido en el interior del país.
- X= Exportaciones, que son los productos producidos en un país que se venden en otros países.
- M= Importaciones, son los bienes producidos que se adquieren a países extranjeros.
Sabiendo las partidas económicas que componen la demanda agregada, podemos entender como los gobiernos tratan de influir en la economía a través de la política fiscal.
Política fiscal restrictiva
Con la política restrictiva, el Estado pretende obtener superávit en los Presupuestos Generales del Estado, es decir, aumentar la recaudación del país vía impuestos y reducir el gasto público.
- Reducción del gasto público:
Los gobiernos pueden reducir el gasto público, por ejemplo, recortando la inversión en obras públicas, limitando la compra de bienes y servicios de carácter público, etc. De esta forma, se consigue reducir la demanda agregada y, con ello, una bajada de los precios, reduciendo así la inflación.
Como contrapartida, una disminución de la inversión en gasto público también hace caer el empleo, pues no se generan puestos de trabajo
- Aumento de los impuestos:
Con el aumento de los impuestos se disminuye la renta disponible de las familias y se reduce el gasto en consumo y la inversión, que contribuye a un descenso en la demanda agregada y, por tanto, cae el nivel general de precios (inflación).
Política fiscal expansiva:
Es la antagonista a la política fiscal restrictiva, consiste en generar una situación de déficit de recaudación del Estado, pues lo recaudado vía impuestos es inferior a la partida de gasto público (ayudas sociales, prestaciones por desempleo, subvenciones…)
La política fiscal expansiva se aplica cuando la demanda agregada es inferior a la capacidad productiva de un país, es decir, hay exceso de producción que no se consume por lo que se genera desempleo, esto da pie a etapas de recesión y crisis económica. Para revertir esta situación se toman las siguientes medidas:
- Aumento del gasto público:
El estado pone en marcha ejecuciones de obra pública como son las construcciones de hospitales, carreteras y estructuras de diversa índole así como la inyección de dinero a los ciudadanos a través de ayudas, pensiones, etc.
De esta forma se aumenta el empleo, se consigue aumentar la demanda agregada, se reactiva el consumo y crece así la producción.
- Reducción de los impuestos:
Reduciendo los impuestos se aumenta la renta disponible de los contribuyentes y consumidores, ya que podrán destinar parte de ésta al consumo de bienes, también disminuyen los costes de producción para las empresas, que podrán incrementar sus inversiones.
Con esto, se estimula la economía y, por tanto, aumenta la demanda agregada.
También podemos encontrar una política fiscal neutra en caso de que la inversión en gasto público y los impuestos estén en armonía.
Como vemos, estas estrategias permiten a los gobiernos intentar corregir fluctuaciones del ciclo económico con el objetivo de conseguir la estabilidad económica.
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