La lata de Coca-Cola estrujada por los poderes mentales de la protagonista de Stranger Things, las Nike de un ladrón de los suburbios de París como Lupin o la refrescante Estrella Galicia después de atracar la fábrica de moneda y timbre…sí, Netflix lo ha vuelto a hacer: es el rey de la publicidad encubierta y el product placement.
¿Existe una ocasión mejor para promocionar los productos de una empresa que una serie que verán 140 millones de personas? La respuesta es que no.
Ahora bien, existe una diferencia entre la publicidad encubierta y el product placement, que se requiere conocer para poder llevar a cabo esta práctica. Además de un análisis sobre que productos podrán ser susceptibles de esta estrategia, donde la creatividad juega un papel destacado.
Alerta Spoiler: ¿Sabías que la Casa de Papel tiene más de 50 emplazamientos publicitarios tan solo en 6 capítulos?
Publicidad Encubierta vs Product Placement
Aunque pudieran parecer conceptos análogos o incluso, interpretables, la sentencia de la Audiencia Nacional de 11 de noviembre de 2020 aclara todas las dudas.
La sala de lo contencioso-administrativo de la audiencia nacional, diferencia ambos conceptos en la intencionalidad de incitar de forma directa a comprar un producto, realizar promociones concretas o hablar sobre la calidad del producto durante el desarrollo de la serie.
La formación que ofrecemos en el curso de publicidad está diseñada para mejorar la cualificación profesional de los profesionales que construirán el futuro, además de ser una realidad, en este caso, se podría considerar publicidad encubierta. En cambio, si aparece el logotipo de Ineaf en este post, estaríamos ante un claro caso de product placement.
En Netflix no hay anuncios: ahora todo encaja
La plataforma de streaming más conocida a nivel mundial, ha sido pionera en esta estrategia de publicidad encubierta. Son muchos los usuarios que no comprenden como puede mantenerse una plataforma con la calidad de sus series o películas sin patrocinio.
La respuesta está implícita, son expertos en la publicidad encubierta, y aquí reside una fuente importante de sus ingresos. Y es que es una estrategia que favorece tanto a anunciantes como a los dirigentes de la plataforma.
El top cinco de las series más vistas en esta plataforma son: el juego del calamar (142 millones de reproducciones), los Bridgerton (82 millones), Lupin (76 millones), the Witcher (76 millones) y la Casa de Papel (69 millones). La audiencia astronómica que esta plataforma tiene es un filón para empresas como Vans que triplicó sus ventas en las zapatillas que usaba uno de sus protagonistas o Nike cuyas Air Jordan que llevaba el protagonista de Lupin agotó su stock.
Los dirigentes de Netflix se frotan las manos cuando empresas de tal calibre, buscan emplazamientos publicitarios en sus series, ya que, permite mantener la plataforma sin anuncios, lo que, para muchos de sus usuarios, es un valor diferencial con respeto a otras plataformas o incluso con la programación convencional.
En cuanto a la plataforma Netflix, se puede concluir que es el rey la publicidad encubierta, para ser más concretos. Existen multitud de ejemplos de esta técnica a lo largo de su catálogo de series, que analizaremos a continuación.
La Casa de Papel
Llevar a cabo un atraco de las dimensiones del que aparece en esta serie, debe ser agotador, y seguramente a todos nos parece una buena ocasión para celebrar tal hazaña tomando una refrescante cerveza. Este razonamiento debe ser el que hizo que la marca Estrella Galicia apareciese en repetidas ocasiones. Y atención spoiler, en el camión de transporte de bebidas, podrán adivinar, que suministraba.
Stranger Things
¿Conocían la New Coke de Coca Cola? Además de ser un recuerdo para la generación más noventera, este modelo fue un fracaso estrepitoso de la marca americana más conocida a nivel mundial. Aprovechando la nostalgia de los fans de la serie, aparecía en uno de sus capítulos más icónicos, devolviendo a la vida un producto que, a pesar de ser un fiasco, enloqueció a los fans con una edición especial que le granjeó jugosos beneficios a la marca.
Netflix no es el único
La serie Big Bang Theory es otro claro ejemplo de publicidad encubierta. En uno de los capítulos su protagonista, el excéntrico y brillante científico Sheldon Cooper está decidido a comprar una consola de videojuegos. A lo largo del capítulo realiza comparativas entre diferentes modelos, y al final se decide por una de ellas, que seguramente, le costó más que lo que pagó Sheldon por ella. ¿Cuál compró? No queremos hacer spoiler, deberán disfrutar de esta serie para comprobarlo.
Otro claro ejemplo se encuentra en algunas películas como en los Vengadores. A lo largo de la película, existe un desfile de coches de alta gama, que son utilizados por los protagonistas y que… ¡casualidad! Son de la misma marca. Una forma de vengarse de la competencia a través de la publicidad encubierta.
La publicidad encubierta: música para los oídos de las discográficas
¿Conocen a Pharrell Williams? De no tener el placer de haber escuchado a este artista, os pondremos en contexto. Su mayor éxito se conoce con el título Happy y ha sonado en multitud de hogares en muchos spots de televisión. Pues bien, el videoclip de este hit es un ejemplo más de la publicidad encubierta llevada al mundo de los videoclips.
En el videoclip que cuenta con más de 900 millones de reproducciones, aparece el cantante llevando un sombrero que también lució interpretando esta canción en la entrega de premios de los Oscars. Pues bien, la marca que tuvo el placer de formar parte de una de las canciones que serán más recordadas en los próximos años, adquirió una fama mundial. El motivo fue que se subastó, alcanzando una suma de 43 millones de dólares, que además sirvió para fines benéficos. Así, el branding de la marca alcanzó un valor incalculable.
También existen muchas referencias en cuanto a las letras de canciones de algunos artistas, que no siendo publicidad encubierta, han contribuido de alguna forma a la fama de algunas marcas. ¿Quién no recuerda la canción que difícil es hacer el amor en un Simca 1000? Eran tiempos pasados, pero ¿podría ser el futuro de la publicidad encubierta en la música? ¿Una nueva forma de hacer neuromarketing?
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