Las sociedades de garantía recíproca son entidades financieras destinadas a ayudar en la búsqueda de financiación con buenas condiciones a pymes (pequeñas y medianas empresas) y autónomos.
Las Pymes y los autónomos suponen el 99% del total del número total de empresas en España.
Cuando una crisis económica azota el mercado, estas empresas son las que presentan más dificultades para sobrevivir. ¿Por qué?
Principalmente porque no cuentan con la financiación y los recursos necesarios para afrontar una crisis económica.
Los bancos suelen solicitar avales para recibir financiación, y en muchas ocasiones estos préstamos presentan unos intereses altos por el riesgo que asume el banco.
Sin embargo, muchas Pymes ni siquiera cuentan con un aval, por lo que se quedan fuera del sistema de financiación.
Aquí es donde aparece la figura de la sociedad de garantía recíproca.
Sociedad de Garantía Recíproca (SGR)
Aunque no otorgan directamente financiación, si que les proporcionan a las empresas las garantías que los bancos les exigen para obtener la financiación que tanto necesitan.
Con el aval de las sociedades de garantía recíproca, las empresas no solo obtienen la financiación, también mejoran los tipos de interés y los plazos de devolución.
Estas sociedades son claves para cumplir con lo propuesto en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del gobierno español.
Sin estas sociedades, las empresas tendrían más problemas para acceder al capital ofrecido por la unión europea a través del fondo “Next Generation EU”.
En España existen hasta 18 SGR, repartidas entre las distintas comunidade autónomas del país:
ASTURGAR SGR (Asturias), AVALIS CATALUNYA SGR (Cataluña), GARANTIA SGR (Andalucía), etc.
CREA SGR es la única de carácter nacional y se ubica en Pozuelo de Alarcón, Madrid.
¿Pero porque el apoyo de las SGR sirve como aval bancario?
Funcionamiento de las SGR
Las sociedades de Garantía Recíproca ofrecen asesoramiento financiero a las Pymes y autónomos. Para ello estudian cada caso de forma individualizada y analizan la viabilidad del proyecto de inversión.
Después, toca elegir el mejor producto financiero dada la situación individual de la empresa, que gracias al aval de las SGR obtendrá ciertos beneficios en las condiciones del préstamo.
Esto se debe a que la empresa contaría también con el apoyo del Banco de España (entidad encargada de inspeccionar y supervisar a las SGR).
Por otro lado, está CESGAR, una asociación sin ánimo de lucro que coordina, coopera y representa a las 18 SGR de España para defender sus intereses.
Las SGR no solo asesoran sobre préstamos bancarios, también ofrecen ayuda en la tramitación de la solicitud de subvenciones que son una buena alternativa financiera a los préstamos bancarios.
Situación Actual
La escasez de productos y la escalada de precios en energia y carburantes, ha dejado a las Pymes y muchos autónomos en unas condiciones muy vulnerables.
Empresas del sector logístico, del plástico y gasolineras son aquellas que están más amenazadas a corto plazo, pero la recesión económica, acentuada por la invasión Rusa de Ucraniana, se espera que llegue a todos los sectores entre finales del 2022 y comienzos del 2023.
Es por ello que las Sociedades de Garantía Recíproca han cobrado un papel fundamental en la actualidad para ayudar a que muchas empresas obtengan el apoyo financiero necesario para superar la crisis y evitar el cierre.
Solicitud del aval de una SGR
Para solicitar el aval debemos dirigirnos primero a la SGR de nuestra comunidad autónoma.
La página web de CESGAR ofrece a través del siguiente enlace, información sobre las 18 SGR del país.
Las SGR ofrecen dos tipos de avales diferentes: económico y técnico.
- Aval económico: Ayuda a las empresas a mejorar las condiciones de financiación.
- Aval técnico: Ayuda a cumplir con las obligaciones contractuales del préstamo bancario que ofrecen los bancos.
Para saber que tipo de aval necesita la empresa, esta deberá facilitar cierta información a la SGR.
Con dicha información las SGR realizán un análisis de riesgo que determina la probabilidad de impago de la empresa solicitante del aval.
Si la empresa entra dentro de los parámetros de riesgo que tiene la SGR, la empresa podrá contar con el aval.
Pero eso no es todo, el empresario deberá convertirse en socio de la SGR, realizando una aportación de capital (monetaria, de patrimonio o de bienes).
La aportación se devolverá cuando la empresa haya cumplido con la devolución del préstamo bancario que avaló la SGR.
La empresa soportará los costes de la comisión de estudio (análisis del riesgo) y un coste sobre el aval ofrecido.
Por último comentar, que aunque las SGR ofrecen sus servicios a cualquier Pyme y autónomo, solo podrán ser partícipes de una SGR aquellos que pertenezcan a los sectores mencionados en los estatutos de la SGR.
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