Reducciones autonómicas del IRPF

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, se suma a la causa de José Antonio Monago (presidente del gobierno de Extremadura)  fijando en los presupuestos de la comunidad de Galicia para 2014, una rebaja en el tramo autonómico del IRPF para las rentas menores de 17.700 euros, de forma que este gravamen pasará del 12% al 11,5%.

A imagen y semejanza de la medida adoptada por el Presidente Extremeño el pasado 11 de junio quien anunció una rebaja para rentas inferiores a 24.000 euros, Feijóo afirma que esta medida beneficiará a siete de cada diez gallegos siendo Galicia la comunidad con menor IRPF para las personas con menor renta, junto con Extremadura.

Las medidas adoptadas por los dos presidentes, ponen de manifiesto que  en época de crisis se puede bajar impuestos aunque sea una bajada de un 0,5 %.

Mi opinión al respecto sigue en concordancia con el artículo que escribí en esta Tribuna con la bajada que realizo Monago (“Polémica por la bajada en el tramo autonómico del IRPF en Extremadura”).

Por un lado, veo que es una medida productiva, que da confianza al ciudadano, y desahoga en momentos en los que la presión fiscal es asfixiante, pero sigo considerando que peca de intolerancia autonómica.

Creo que en este país poseemos numerosas virtudes maquilladas por infinidad de defectos. La descentralización de un gobierno democrático con delegación autonómica, es un sistema necesario, y cualquier otra cosa sería una vuelta  a tiempos de opresión. Pero dicha delegación autonómica debe de estar unificada.

Lo que quiero decir con esto, es que las decisiones que se toman en  cuanto al tramo autonómico del IRPF, y demás impuestos cedidos a las CCAA, no solo tienen una repercusión en la comunidad, si no que influyen a nivel estatal.

Al igual que mi compañera Isabel Llamas expone en la tribuna “Fuga de herencias: planificación fiscal sucesoria”, los ciudadanos españoles planifican su situación fiscal en los impuestos autonómicos para pagar menos dando lugar a una fuga patrimonial entre comunidades, haciendo unas zonas más competitivas que otras, fomentando la desigualdad autonómica.

En tiempos de crisis nos encontramos con comunidades autónomas que disponen de menos recursos para salir adelante, y la recaudación cedida por el estado a golpe de subida de impuestos, es la única manera de solventar su situación. También es cierto que ha habido gestiones fraudulentas por parte de algunas comunidades como Andalucía y el caso “ERE”, pero partiendo de la idea de que el mal esta hecho, no podemos olvidarnos de estas.

Pondré un ejemplo: Con la nueva ley de emprendedores, muchos son los que se animan a montar su negocio ya que la situación de desempleo en él régimen general  es demasiado alto, y las medidas favorecedoras de esta nueva ley hacen atractivo emprender.

Dos andaluces deciden crear una comunidad de bienes,  y para pagar menos impuestos, deciden emprender en la comunidad autónoma que relativamente tenga menor IRPF, y en la ciudad donde menor IAE, Plusvalías y otros impuestos locales haya, para así descargar la exigencia fiscal, de su gastos de iniciación.

Estos andaluces emprendedores, han salido fuera de Andalucía, tienen su negocio en Galicia por ejemplo, y contribuyen al gasto público Gallego.

Ahora bien, cuando salgamos de la crisis (si es que algún día salimos), aquellas Comunidades Autónomas que no pudieron mejorar su marco fiscal puesto que  no disponían de recursos suficientes, ya sea por una mala gestión o cualquier otro factor, se habrán quedado sin su mejor capital humano ya que se habrá “fugado” a una comunidad más competente.

Es un tema bastante peliagudo, ya que la constitución cede esos poderes a las distintas comunidades autónomas, pero sigo creyendo que  se debería tener conciencia global, e intentar acabar con la desigualdad autonómica.