El problema de las pensiones es muy complejo, más aún ante la llegada de la jubilación de una generación como la del “baby boom”. Por un lado, retrasar la edad de jubilación favorece la sostenibilidad del sistema de pensiones y, por otro lado, también permite al futuro pensionista obtener una prestación más alta por las bonificaciones. Ahora bien, ¿a qué precio se consigue esto? Según un estudio de Fedea, a cambio de incrementar la tasa de mortalidad entre las personas de entre 60 y 69 años.
Posponer la salida del mercado laboral y la entrada a la jubilación tiene efectos directos sobre la esperanza de vida de las personas de entre 60 y 69 años. Estas son las conclusiones de un estudio de Fedea, realizado por los investigadores Cristina Bellés, Sergi Jiménez y Han Ye. ¿Cómo han llegado a estas conclusiones? Después de cruzar los datos de una selección de perfiles obtenidos de la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL), del Ministerio de Seguridad Social.
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Cada año de retraso, un aumento de la mortalidad del 38 %
El estudio de Fedea lo deja bien claro: “retrasar un año la salida del mercado laboral aumenta el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años en 4,4 puntos porcentuales (38%)”. ¿Por qué se produce este aumento de la mortalidad? En cierto modo se debe al efecto inmediato que produce la pérdida de esa jubilación o del acceso a la misma. Por otro lado, el mantenimiento de situaciones de estrés durante un mayor lapso de tiempo.
Eso sí, este estudio destaca que hay unas profesiones más propensas a este aumento de la mortalidad que otras, sobre todo por el aumento del estrés emocional y por el esfuerzo físico. Entre las ocupaciones más afectadas se encuentran la industria extractiva, el transporte, la hostelería, la sanidad y las actividades administrativas.
¿Por qué ir en contra de la vida de las personas? Básicamente, por las ganancias fiscales que puede suponer un retraso en la edad de jubilación. Sin embargo, los investigadores señalan que el impacto negativo sobre la esperanza de vida supera las ganancias fiscales. Además, indican que mecanismos como la jubilación parcial, que permite ir haciendo una reducción gradual de las horas de trabajo, presentan un riesgo de mortalidad menor.
Situación actual de la jubilación en España
El Gobierno de España trabaja para que los futuros pensionistas se acojan a la jubilación demorada. En la última sesión de la Mesa de Diálogo Social de Seguridad Social y Pensiones ya se presentó una serie de propuestas para facilitar la transición hacia la jubilación activa. De esta manera, mejorarían las condiciones de todo el que quisiese retrasar su retiro laboral.
¿En qué consiste la jubilación activa? Básicamente, permite trabajar y percibir el 50 % de la prensión desde el primer día de jubilación. En cambio, si acreditas que tienes al menos un trabajador contratado, podrás recibir el 100 % de la pensión. De esta manera, se conforma una propuesta muy apetecible para aquellos a los que no les importa alargar su vida laboral activa.
¿Qué requisitos se deben cumplir para acceder a la jubilación activa? Estos están recogidos en el artículo 214 de la Ley General de la Seguridad Social (LGSS):
- Debe hacer pasado al menos un año desde que cumplas la edad para disfrutar de la jubilación.
- Eso sí, si ya has disfrutado de bonificaciones por anticipar tu edad de jubilación, quedas excluido.
- Por último, tienes que tener cotizados los años suficientes para percibir el 100 % del importe de la pensión ordinaria.
¿Realmente es beneficioso retrasar la edad de jubilación para la Seguridad Social?
¿De verdad nos beneficia esta política de jubilación en la que se prima el retraso de la edad de jubilación? La respuesta es compleja, ya que, usando el valor de un año de vida ajustado por calidad a los 60 años, este estudio de Fedea indica que un aumento de 0,46 en la edad al morir se traduce en una pérdida social en torno a 8.564 euros por persona.
¿Y qué ganamos al retrasar la edad de jubilación? En primer lugar, supone una aportación adicional al sistema de pensiones de 1.925 euros por persona. Después, debido al aumento de la tasa de mortalidad temprana, la Seguridad Social se ahorraría 3.229 euros por jubilación en cuanto a pensiones se refiere. Si sumamos ambas cifras, se obtendría una ganancia fiscal de 5.123 euros gracias a la reforma.
Así, con estos datos, es difícil concluir que el retraso en la edad de jubilación es un aspecto positivo desde un punto de vista económico. Lo que queda claro con este estudio de Fedea es que este retraso puede afectar a la salud de las personas, aumentando la tasa de mortalidad. ¿Y tú, qué opinas? ¿Estás a favor del retraso de la edad de la jubilación?
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