Videolección: Las cuentas contables, patrimonio y cuentas de una sociedad

En esta videolección nos vamos a adentrar en un aspecto realmente importante del mundo empresarial. Y es que vamos a explicar las cuentas contables que debe registrar una sociedad. Concretamente, Ángel Luis Martínez, docente de Administración y Gestión Empresarial en INEAF, nos va a explicar en qué consiste el patrimonio y las cuentas de una sociedad. ¿Te lo vas a perder? ¡Entra y disfruta del vídeo!

Al fin y al cabo, uno de los aspectos más importante a la hora de gestionar una empresa es llevar un control de cada movimiento. Por ello, las cuentas contables y el control del patrimonio de una sociedad adquieren tanta relevancia. Cuando todo queda reflejado en un documento, es mucho más fácil detectar situaciones de urgencia y emergencia o comprobar el estado de salud de una sociedad. 

Ángel Luis Martínez, docente de Administración y Gestión Empresarial en INEAF, repasa todos los puntos importantes de las cuentas contables en la videolección, mostrando ejemplos visuales para que cualquier persona pueda poner en práctica las cuentas contables. En un periodo corto, nuestro docente nos aporta un gran valor. 

El mundo empresarial no sería nada sin el mundo de la contabilidad. Son dos bloques que permanecen unidos año tras año, ya que ni una empresa sobreviviría sin un contable ni un contable podría trabajar si no existe una cierta actividad comercial. Por ello, es tan importante formarse en ambas disciplinas. Un error puede costar muy caro, por lo que la forma de prevenir cualquier accidente es a través de la formación. 

La videolección, punto por punto

En este vídeo te contará en qué consiste una cuenta contable y su utilidad para representar el patrimonio neto de la sociedad en el balance. 

¿Qué es el patrimonio de una sociedad? 

Empieza el análisis definiendo lo que es el patrimonio de una sociedad: el patrimonio es lo que vale la sociedad en un momento determinado. Se suele definir el patrimonio neto con una ecuación. Patrimonio neto sería igual a los bienes más los derechos, menos las obligaciones. 

Los bienes, derechos y obligaciones que componen el patrimonio neto o el patrimonio empresarial pueden diferir enormemente no solo por el tamaño de la empresa, sino también por la clase de actividad. 

Vamos a ver a modo de ejemplo cuál podría ser la composición patrimonial de una empresa dedicada a la comercialización de electrodomésticos. Entre los bienes podemos encontrar dinero en efectivo en las cajas registradoras, frigoríficos, lavadoras, estufas dispuestas para la venta, furgonetas para el transporte, el coche del director general, el del gerente y el del director comercial, el local comercial donde trabajamos, la oficina para la administración, ordenadores, impresoras, expositores, estanterías y un largo etcétera. 

Como derechos anotamos los siguientes: facturas pendientes de cobro de nuestros clientes o letras pendientes de cobro, derechos pendientes de cobro sobre deudores. Y entre las obligaciones tenemos facturas pendientes de pago con los proveedores o letras pendientes de pago con los mismos, préstamos pendientes de amortización con entidades bancarias, pagos pendientes con la agencia tributaria o recibo de luz, agua y teléfono pendiente de pago. 

¿Qué es el balance de situación? 

Todos estos elementos patrimoniales se deben reflejar en el balance de situación de la empresa. Si tratamos de hacer un balance de situación enumerando todos y cada uno de los elementos patrimoniales de los que dispone nuestra empresa, nos daríamos cuenta de que debido a su dimensión no resultaría operativo. 

Definición de cuentas 

Es por esto que en contabilidad los elementos patrimoniales, es decir, los bienes, derechos y obligaciones se reagrupan en unos conceptos denominados cuentas. Una cuenta es un concepto representativo de valores patrimoniales de la misma especie, por ejemplo, las estanterías, las sillas, las mesas, los percheros de la empresa. Todo esto se va a incluir en una sola cuenta que podemos denominar “mobiliario”. 

Los ordenadores, impresoras, ratones, pantallas los vamos a incluir en una cuenta que podemos denominar “equipos para procesos de información”. La cuenta es el elemento con el que se registra, identifica y clasifica cualquier hecho económico de la empresa.  

En cuanto a su estructura, la cuenta es el instrumento del que se vale la contabilidad para aplicar el principio de la partida doble se representa como un libro abierto con dos columnas, es decir, en forma de T. En una columna, la de la izquierda, tenemos el Debe, y en la de la derecha tenemos el Haber.

¿Qué se puede hacer en una cuenta?

En cuanto a las operaciones que podemos hacer en una cuenta enumeramos las siguientes: abrir una cuenta significa ponerle nombre, por ejemplo, “mobiliario” y número (la 216) en el encabezamiento de la ficha. Cargar en una cuenta significa anotar en el Debe, abonar una cuenta es anotar en el Haber. Conforme vamos anotando en el Debe y en el Haber podemos comprobar cuál es el saldo de la cuenta.  

El saldo será la diferencia entre la suma del Debe y la suma del Haber. Si la suma del Debe es mayor que la suma del Haber, hablamos de saldo deudor. Si la suma del Haber es mayor que la suma del Debe, hablamos de saldo acreedor. Si la suma del Debe y del Haber es la misma, hablamos de saldo cero o también de cuenta saldada. 

Debemos aquí establecer una norma que casi siempre se cumple: la cuenta de activo va a tener siempre saldo deudor o saldo cero, mientras que la cuenta de pasivo y de neto tendrán saldo acreedor o saldo cero. 

Terminamos con el catálogo de cuentas 

Podríamos pensar que las cuentas que puede utilizar una empresa son infinitas, sin embargo, para facilitarnos las operaciones, el plan de contabilidad establece un catálogo de cuentas limitado donde debemos incluir cualquier elemento patrimonial, ya sea un bien, un derecho o una obligación, pero también un ingreso o un gasto. 

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