Beneficios marginales
Uno de los conceptos básicos y clave en el funcionamiento de la economía es el beneficio marginal, definido como la satisfacción, felicidad, beneficio, utilidad, etc., que se recibe por el consumo de “una unidad adicional de un bien o servicio”.
En términos más sencillos podemos decir que el beneficio marginal consiste en la diferencia existente entre lo que paga un consumidor por un bien o servicio, y la cantidad máxima que dicho consumidor estaría dispuesto a pagar en un consumo del día a día.
El beneficio marginal es el concepto adicional, es decir, la utilidad que se añade cuando consumimos una unidad extra o adicional de un determinado bien o servicio. Además, va a depender de las preferencias del consumidor. Llegará el punto en el que el consumidor se sienta satisfecho y el seguir obteniendo una unidad adicional no le reportará ningún beneficio y que, por tanto, el beneficio marginal irá disminuyendo conforme se consuma la unidad adicional.
A modo de ejemplo:
Una persona tiene mucha sed y no encuentra fuentes a su alrededor, pero se topa con un pequeño establecimiento en el que hay agua. El precio normal de la botella de agua pequeña sería de 50 céntimos, pero en ese establecimiento está a 1 euro. Un precio que se podría catalogar como razonable. Esta persona entra en el establecimiento a comprar la botella por ese precio.
Sabemos que tiene mucha sed por lo que, si la botella hubiese costado 4 euros, también hubiese estado dispuesto a pagar ese precio por encima del precio normal debido a la satisfacción recibida por el consumo de esa botella. Pongamos que la unidad de satisfacción conseguida con esa botella fuese de 50.
Ahora, supongamos que sigue con sed y decide comprar otra botella pequeña. En este caso, esa unidad adicional comprada le reportaría un aumento de beneficio de 30.
Al cabo de un rato, tiene todavía un poco de sed y entra a comprar otra botella, pero ya la unidad adicional comprada le da una satisfacción de 10.
Decide seguir con su camino, pero antes de irse y a pesar de ya no tener sed, compra otra botella. Esta última botella comprada no le reportaría ninguna satisfacción porque ya no tendría sed. En otras palabras, habría llegado al punto de saturación.
Y es que, la utilidad que le reporta cada botella de agua, es decir, cada unidad de agua adicional sería el beneficio marginal. Esta sería decreciente porque la persona, conforme va comprando y bebiendo agua, valora cada vez menos la unidad adicional comprada.
En el ámbito de la economía, el beneficio marginal supone una función esencial de estudio del consumidor y de las variables económicas. Se toma en cuenta el beneficio marginal para conocer cuánto estarían dispuestos a pagar los consumidores según el nivel de satisfacción que se quiera conseguir. De hecho, existe una estrecha relación entre el beneficio marginal y excedente del consumidor.
Este concepto ayuda a las empresas a hacer un cálculo medio del precio y de la producción necesaria, así como a la hora de realizar las estimaciones de exceso tanto del consumidor como del productor.