Bonos del tesoro
Un bono del tesoro es un título de renta fija a corto plazo que se emite por el gobierno central del país (entre seis o doce meses) con la finalidad de financiar el déficit público del Estado. Además, forma parte de las emisiones del Tesoro Público del país, con las que se intenta respaldar sus operaciones financieras.
Los bonos del Tesoro son considerados como una herramienta de extrema importancia para la gestión de gobiernos, y, por parte de la persona que los adquiere, son considerados como una exitosa forma de invertir, debido a los reducidos riesgos inherentes a este tipo de bonos.
Se trata de valores que emite el Tesoro y que cuentan con un plazo superior a dos años. Los bonos del estado y las obligaciones del estado comparten casi todas sus apreciaciones salvo la referente al plazo. Para los bonos, el plazo oscila entre dos y 5 años, mientras que, en las obligaciones, el plazo tiende a ser superior a 5 años.
Las letras del Tesoro, en contraposición, son emitidas a corto plazo, es decir, con un periodo menor a dos años. Específicamente, suelen ser a tres, seis, doce o dieciocho meses.
A continuación, se muestran varias características inherentes a los bonos del tesoro.
- El pago de intereses se realiza de forma periódica, a modo de cupón, a diferencia del pago de intereses de las letras del tesoro, que son devengadas en su periodo de vencimiento.
- Cuenta con un valor mínimo de 1.000 euros de nominal que se puede solicitar en una subasta.
- Las peticiones de importes que superen la cifra de 1.000 € deben ser múltiplos de 1.000 euros. Estas emisiones se llevan a cabo en tramos sucesivos con la finalidad de alcanzar un elevado volumen en circulación, el cual pueda asegurar la alta liquidez de los valores.
- La emisión de títulos se lleva a cabo mediante una subasta. No obstante, en ocasiones también pueden ser emitidos por sindicación.
- El cupón devengado se paga de forma anual y, además, representa el tipo de interés nominal del bono.
El tesoro público, actualmente emite:
- Bonos con duración de tres y cinco años.
- Obligaciones con duración de diez, quince, treinta y cincuenta años.
El estado español emite los bonos con un vencimiento un vencimiento superior a dos años. Y, tras este período, la persona que compró dicho bono recibirá el montante económico determinado junto con el interés fijado.
Al inicio de cada año en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se publican las fechas en las que se emitirán las subastas de bonos, las fechas en las que se podrían adquirir y las fechas para realizar las peticiones y el desembolso.
Otro aspecto a tener en cuenta es la rentabilidad. Este tipo d inversión fija conlleva una rentabilidad prefijada durante el tiempo de vida del bono del Estado (cupón).
Por tanto, si el bono del estado se mantiene hasta su vencimiento, la persona inversora puede saber con exactitud cuánto y cuándo lo obtendrá, siempre que el organismo emisor no incumpla los pagos.
Por otro lado, también existen otros tipos de bonos que cuentan con intereses variables basados en indicadores como el Euríbor, por ejemplo. No obstante, su rentabilidad no está predefinida inicialmente.
Por último, la evolución en los tipos de interés es la medida que más influye en el rendimiento de rentas fijas. La persona inversora que desea vender su título de renta fija, con anterioridad a la fecha de vencimiento, también debe conocer la existencia de un riesgo adicional, conocido como riesgo de tipo de interés. Es decir, si el tipo de interés sube, también se aumenta el tipo de emisión en las nuevas emisiones de renta fija.