Capital financiero
Un capital financiero es aquel recurso monetario o activo financiero que se utiliza como inversión con el objetivo de generar riqueza. El concepto de capital financiero es ampliamente utilizado en el ámbito económico financiero para describir el dinero y los distintos instrumentos y activos financieros que se utilizan en los mercados financieros para realizar transacciones económicas.
El capital financiero es un concepto que puede instrumentalizarse en distintos tipos de productos de inversión, tales como el efectivo, los depósitos bancarios, las acciones, las obligaciones, los bonos, los derivados financieros, etc.
Los capitales financieros se utilizan para la adquisición de otros productos que generen una mayor rentabilidad, así como para invertirlos en proyectos que tengan potencial de crecimiento económico, financiando proyectos empresariales con el objetivo de generar plusvalías para el inversor.
El capital financiero es un elemento fundamental en la economía del sistema capitalista, pues a través de los mercados financieros y la intermediación financiera, se ponen en contacto las unidades ahorradoras e inversoras canalizando el ahorro hacia la inversión , favoreciendo así el flujo de los capitales y fomentando el desarrollo y crecimiento económico de los países.
Desde el punto de vista cotidiano, podríamos ejemplificar un capital financiero mediante un préstamo bancario, por ejemplo, una hipoteca.
La entidad financiera (prestamista) presta un capital financiero al prestatario, que es la persona que recibe el dinero con el objetivo de adquirir una vivienda. La entidad financiera recuperará la inversión inicial en un determinado número de años, más una plusvalía en concepto de intereses.
De esta forma, las personas consiguen obtener liquidez para poder financiar la adquisición de una vivienda.
No obstante lo anterior, el capital financiero también puede entenderse como el patrimonio total que posee una persona física o jurídica valorado a precios de mercado, es decir, la liquidez que podría obtener por la venta de todos sus bienes en el mercado en un momento determinado.
No debemos confundir capital financiero con la capitalización financiera, que es otro término comúnmente utilizado en el ámbito financiero, pues mientras el capital financiero representa un producto de inversión o el valor conjunto del patrimonio que posee una persona o entidad, la capitalización financiera es el potencial que tiene un capital financiero de generar rendimientos económicos.
Algunas estrategias para capitalizar un capital financiero, son las siguientes:
- Invertir en bonos del estado, que son instrumentos de deuda pública emitidos por los gobiernos de los países. Estos bonos garantizan una rentabilidad para los inversores gracias al pago de intereses periódicos, generando así una renta financiera. Este tipo de inversiones es la más aconsejable para aquellos inversores con aversión al riesgo, pues, aunque ofrece rentabilidades relativamente bajas, ésta está prácticamente asegurada.
- Invertir en acciones: Al adquirir acciones, te conviertes en accionista de la empresa, y por tal condición, tienes derecho a participar en el reparto de beneficios, es decir, lo que se denomina como “reparto de dividendos”.
- Fondos de inversión: Los fondos de inversión son vehículos de inversión que agrupan el dinero de varios inversores para comprar una variedad de activos financieros. Al invertir en fondos de inversión, puedes obtener rentas a través de los intereses, dividendos o ganancias de capital generadas por los activos en los que invierte el fondo.
- Inversiones inmobiliarias: Los inmuebles ofrecen diversos métodos para generar rentabilidad, como puedan ser la compra para su posterior arrendamiento, o adquirirlos para reformarlos y volver a venderlos, generando una plusvalía que vendrá determinada entre el precio de compra y los gastos incurridos en su mejora y el importe obtenido en la venta.
Éstas últimas inversiones conllevan un riesgo más elevado para los inversores, pero también ofrecen mayores rentabilidades.