Daño emergente
Cuando se produce una lesión, el daño emergente se puede considerar como la pérdida real y verificable correspondiente al valor del bien o cosa que ha sufrido el perjuicio.
Normalmente, el daño emergente lleva asociada una indemnización. El computo de estos importes tendrá en cuenta el valor del daño y de los costes de reparación. Aunque solo serán indemnizables los gastos razonables para evitar que el perjudicado pueda aprovecharse de la situación.
Para poder solicitar una indemnización, esta debe de estar justificada y respaldada con facturas y documentación que justifique su relación con el hecho dañoso.
El Código Civil estipula que el daño emergente puede ser actual o futuro, y debe de cumplir una serie de requisitos:
- Prueba del perjuicio. El demandante es el encargado de presentar toda la documentación que avale el daño sufrido.
- Hecho productor del daño. Se tienen que cumplir los supuestos de culpa o negligencia que estable el Código Civil.
- Nexo causal. Debe de existir una relación de causalidad entre la accion dañosa y el perjuicio reclamado justificada por una prueba que determine el nexo de la acción.
Un ejemplo puede ser que una persona destroce un medio de transporte o un taxi por un ataque de ira. En este caso el daño emergente es el valor del taxi.
El daño emergente está relacionado con el lucro cesante, pero no deben de confundirse.
En el lucro cesante, se valoran las ganancias que se han dejado de obtener por los daños ocasionados. Por ejemplo, si tenemos un accidente y sufrimos daños que no nos permiten desarrollar nuestra actividad laboral.
Sin embargo, el daño emergente esta basado en una perdida real y verificable.
Un concepto no excluye al otro, pero si lo precede. Es decir, el daño emergente siempre tiene que ir precediendo al lucro cesante.
Siguiendo el ejemplo anterior, el taxista no podrá recibir sus ingresos al no tener vehículo para trabajar, esta pérdida constituirá el lucro cesante, que en algunos casos puede superar el montante cuantificado como daño emergente.
Para calcular el importe de la indemnización y de los intereses, debemos tener en cuenta tanto el daño emergente actual como el futuro.
En los casos de accidentes de tráfico, hay personas que necesitan ser hospitalizadas en el momento dando lugar a una indemnización por el daño emergente actual.
Pero hay veces que necesitan realizar rehabilitación o atención médica especializada. Estos gastos se pueden considerar como daño emergente futuro.
Existe un baremo para valorar los daños e indemnizaciones en el caso de accidentes de tráfico que está regulado por la Ley sobre responsabilidad Civil y seguro en la circulación de vehículos a motor y la Ley 35/2015.
Esta ley incorpora la indemnización por daño patrimonial a las del daño emergente y lucro cesante.
Las categorías que incluyen los daños de carácter personal son las de perjuicio personal básico y perjuicios particulares.
Las indemnizaciones por daño emergente en caso de accidente son las que se establecen en caso de muerte o en caso de accidente con secuelas.