Derecho al desestimiento
La Ley de Consumo define el derecho de desistimiento “como la posibilidad que tiene el consumidor o usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado, notificándoselo a la otra parte en el plazo establecido, sin necesidad de justificar la decisión y sin penalización de ninguna clase.”
Este derecho de desistimiento tiene especial utilidad en las compras realizadas a distancia.
Para poder hacer uso de este derecho hay que tener claro que ampara a los usuarios y a los consumidores, es decir a aquellas personas físicas que han realizado un negocio jurídico pero que no está relacionado con su actividad empresarial o comercial. Por ejemplo, si se trata de un autónomo que compra un producto para su negocio, no estaría recogido. Pero si lo que compra es para su uso particular, si podría ejercer este derecho.
El derecho de desistimiento no siempre se puede ejercitar. El Art.103 del TRLDCU recoge todas las excepciones en las que están exento este derecho, por ejemplo, los productos hechos a medida o personalizados, productos precintados que por razones de higiene no se pueden devolver…
Se debe de comunicar por escrito en tiempo y forma al empresario el deseo de ejercitar el derecho de desistimiento por parte del consumidor afectado sin necesidad de justificar su decisión.
En el contrato de compraventa debe de aparecer de forma clara la dirección postal o correo electrónico y los datos necesarios para poder ejercer de forma sencilla este derecho. En el caso en el que el empresario lo determine, deberá de facilitar al consumidor el documento de desistimiento.
El plazo suele ser de 14 días desde la recepción del producto, pero si se trata de un elemento compuesto que se recibe en varios plazos, tomaremos en cuenta desde la recepción de la ultima entrega que hace que el producto global este completo.
El consumidor no tiene por qué asumir ningún coste por ejercitar el derecho de desistimiento, a no ser que en el pedido original eligiera algún tipo de mensajería urgente. Tambien deberá asumir los costes en caso de haber manipulado el bien y que por ello sufra una disminución de su valor.
Cuando el empresario recibe el producto devuelto, tiene el plazo de 14 días para devolver el dinero al consumidor.
En el caso de que la compra este financiada, el derecho de desistimiento conlleva la resolución del crédito sin que el consumidor ni usuario sufran ningún tipo de penalización.
En el caso de los establecimientos físicos no siempre se puede ejercer el derecho a desistimiento. En estos casos nos deberán de informar con cárteles visibles en el establecimiento o en el ticket de compra, las condiciones que existen para proceder a la devolución de productos. Esta devolución puede que no sea por el reintegro del dinero, si no que nos den otro producto en condiciones óptimas o un vale por el mismo importe para usarlo en el establecimiento. En estos casos la empresa tiene libertad para aplicar la política que considere más conveniente.
En el caso de productos defectuosos, se trataría de ejercer el derecho a la garantía.