Fiscalidad internacional
El derecho tributario internacional, también conocido como derecho fiscal internacional, se centra en el análisis de situaciones en las que se aplica la legislación fiscal en uno o varios países. Esto ocurre cuando la persona que genera el hecho imponible reside en un país diferente al que obtiene los ingresos o donde se encuentra el bien sujeto a gravamen. Podemos identificar tres aspectos clave:
- Residencia: La residencia fiscal determina la jurisdicción donde se ejerce la plena soberanía fiscal del país.
- Lugar de obtención de la renta: Se refiere al territorio donde se generan los ingresos que son percibidos por la persona física o jurídica.
- Lugar de situación del bien: Hace referencia a la ubicación territorial del bien patrimonial que está sujeto a gravamen en el Estado correspondiente.
Estos tres aspectos determinan si existe un carácter internacional y, en consecuencia, una interacción entre dos o más sistemas fiscales, lo que da lugar al concepto de derecho tributario internacional o derecho jurídico fiscal. Es importante destacar que este carácter internacional no se basa en la fuente de producción legal, sino en el objetivo de esta rama del ordenamiento jurídico. Por lo tanto, al analizar litigios en la práctica, los profesionales en este campo deben tener conocimiento de los criterios internacionales y del derecho comparado, además del derecho tributario interno.
Por ello, se debe contar con un asesor fiscal con experiencia en los sistemas tributarios del ámbito fiscal internacional.
En el ámbito internacional, existen diversas normas internas, como los Convenios de Doble Imposición (CDI) y las regulaciones derivadas de procesos de integración, como la Unión Europea. Esto da lugar a una diversidad de tipos de derecho tributario, que incluyen:
- Derecho tributario internacional convencional: Hace referencia a los tratados internacionales. Las fuentes del derecho internacional son principalmente la costumbre internacional y los tratados internacionales.
- Derecho tributario internacional europeo: Se refiere a la normativa fiscal general aplicable a los países miembros de la Unión Europea.
- Derecho tributario interno de cada país: Se refiere a la normativa fiscal establecida por cada Estado dentro de su jurisdicción.
Los convenios de doble imposición son acuerdos internacionales que contienen disposiciones para evitar situaciones de doble tributación internacional. La doble imposición se refiere a la aplicación de varios impuestos sobre la misma fuente de riqueza en un mismo período fiscal.
El aspecto más relevante en el ámbito de la fiscalidad internacional es la potestad tributaria, que se define como la capacidad de un Estado para exigir impuestos a las personas dentro de su jurisdicción. Esta potestad tributaria emana de los tres poderes del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial.
Sin embargo, la potestad tributaria no es absoluta, ya que está sujeta a ciertas limitaciones de índole política y constitucional, que se derivan de la estructura organizativa de cada Estado y del contexto internacional en el que se encuentra.
En general, la potestad tributaria se ve restringida en relación con la tributación de personas extranjeras o de rentas generadas en países extranjeros. Estas limitaciones provienen de acuerdos internacionales, especialmente los Convenios de Doble Imposición (CDI), así como de las normativas propias de cada Estado.
Las normas internacionales tienen la capacidad de limitar el poder tributario de los Estados de diversas formas. Esto puede ser resultado de decisiones internas de cada Estado, restricciones de carácter jurisdiccional o disposiciones derivadas del Derecho Internacional Público. El principal objetivo es evitar la evasión fiscal.
En términos generales, el poder tributario de un país se aplica a las personas físicas o jurídicas que tengan una conexión con ese país, ya sea a través de la nacionalidad, residencia, presencia de bienes en el país o generación de ingresos en el mismo. Sin embargo, las reglas específicas pueden variar según la legislación fiscal de cada país.
En muchos países, la nacionalidad puede tener implicaciones fiscales. Algunos Estados pueden imponer impuestos a sus ciudadanos independientemente de su lugar de residencia. Esto significa que aunque una persona viva en otro país, seguirá estando sujeta a las obligaciones fiscales de su país de origen. Esto se conoce como imposición basada en la ciudadanía.