Gastos de explotación
El plan general contable agrupa en un término específico a un conjunto de gastos particulares estrechamente relacionados con la misión de la empresa. Estos gastos son denominados gastos de explotación. Los gastos de explotación, también conocidos como gastos operativos, son todos aquellos gastos necesarios para el desarrollo normal y adecuado de la actividad principal de una empresa. Es decir, se trata de gastos necesarios para que la empresa lleve a cabo su actividad principal sin inconvenientes.
Por ejemplo, si observamos una empresa que se dedica a la asesoría financiera, sus gastos operativos serán todos aquellos que necesite para proveer a los clientes el servicio de asesoría integral. Y, puesto que estos gastos son clave para el desarrollo de la actividad principal de la empresa, también serán diferentes según el sector en el que la empresa desarrolla su actividad.
A continuación, se presentan varios ejemplos de gastos de explotación:
- Gastos de mano de obra: en este apartado, se tienen en cuenta, mayoritariamente, los gastos pertenecientes a sueldos de empleados y otras personas que se relacionan con la empresa. Los gastos de mano de obra no solo incluyen el sueldo final del trabajador, sino también los impuestos relacionados con este (cotización por desempleo, seguridad social, IRPF y otros).
- Gastos en mercaderías o materias primas: si observamos, de nuevo, el ejemplo anterior, para una empresa de asesoría financiera se incluiría aquel material necesario para ofrecer el servicio adecuadamente. Haciendo alusión, por tanto, a la adquisición de dispositivos electrónicos, licencias de programas web, etc.
- Gastos fijos operativos: se hace alusión a la contabilización de los suministros. Como el caso del pago de la factura de luz, el consumo de agua o gas e incluso el alquiler de la oficina donde se desarrollan las funciones. Los gastos fijos operativos sirven para el correcto funcionamiento de la empresa de manera especial, puesto que, si la empresa no dispone de suministros de luz, no se podría realizar la actividad empresarial de forma eficiente para sus clientes.
- Otros gastos de explotación: estos gastos hacen alusión a los gastos de servicios externos. Son todos aquellos que no podemos clasificar como fijos operativos, de consumo o gastos de mano de obra.
Los gastos de explotación tienen una importancia especial debido a que, a partir de ellos, se puede calcular el resultado de explotación. Ya que dicho resultado de explotación se calcula a través de la diferencia entre los ingresos de explotación y los resultados de explotación. Por su parte, los ingresos de explotación representan, mayoritariamente, las ventas de productos o servicios realizadas por la compañía. Y, dentro de los gastos de explotación podemos encontrar dos tipos genéricos de gastos, los gastos fijos y los gastos variables.
En primer lugar, los gastos variables son aquellos que se relacionan directamente con el volumen de producción. Por tanto, a medida que aumenta la producción unitaria, también aumentan los gastos. A continuación, se muestran tipos de gastos variables:
- Compras de materias primas.
- Servicios subcontratados.
- Gastos de transporte de las materias primas.
- Comisiones.
- Descuentos sobre ventas.
Y, en segundo lugar, los gastos fijos son aquellos que surgen a consecuencia de la normal marcha y funcionamiento de la empresa. Este tipo de gastos no dependen del volumen de producción o de sus ventas. Aunque algunos de ellos puedan resultar ser recurrentes en el tiempo (gastos de arrendamiento o de Seguridad Social), aunque también habrá otros gastos fijos que tendrán carácter puntual (gastos fijos de reparaciones y conservación).
A continuación, se muestran tipos de gastos fijos.
- Arrendamientos s y cánones.
- Conservación y reparaciones.
- Seguros.
- Suministros.
- Tasas e impuestos.
- Sueldos y salarios.
- Seguridad social.
- Amortizaciones.
- Servicios profesionales.
- Publicidad.
- Servicios bancarios.
- Otros gastos.