Gastos superfluos

Según la Real Academia Española (RAE), el concepto superfluo hace alusión a algo no necesario, es decir, que sobra o que está de más.

Si te preguntas qué significa superfluo, esta palabra proviene del vocablo “superfluus”en latín, el cual está integrado por “super” (lo que se pone encima) y “fluere” (cuya traducción es equivalente a la palabra fluir). Dicho adjetivo emana como definición del concepto de aquello que sobra, lo innecesario, el exceso o aquello que está de más.

Este término es ampliamente utilizado en contextos sociales, familiares y económicos para referirse a prácticas o gastos que no contribuyen directamente al bienestar o a los objetivos principales de las personas u organizaciones. Además, El significado de gasto superfluo está estrechamente relacionado con el desequilibrio que puede generar en las finanzas. Estos gastos no solo afectan el presupuesto, sino que también pueden dificultar la capacidad de ahorrar o invertir en objetivos a largo plazo.

¿Qué es un gasto superfluo?

Un gasto superfluo es aquel que no es indispensable para la subsistencia o el funcionamiento correcto de una persona, familia o empresa. Este tipo de gasto, que no satisface necesidades básicas, a menudo se asocia con el consumo excesivo o descontrolado.

En primer lugar, dentro del ámbito social o familiar, los gastos superfluos son aquellos que se realizan para adquirir productos de lujos, o innecesarios para la persona, y que, además, en ocasiones puede conducir a dicha persona a una situación de quiebra económica y nombrándosele, dado tal caso, un curador para administrar sus bienes.

Distinguiendo entre los gastos necesarios o imprescindibles y tomando como ejemplo la economía doméstica de una familia, encontramos ciertos gastos que deben sufragarse de forma obligatoria. Como el gasto por consumo y suministro de agua, luz, gas, internet, alimentación etc. Si una familia no realizara dichos gastos, no podría cubrir sus necesidades básicas. No obstante, existen otros gastos que no son imprescindibles, como el caso de comer cada día mediante comida para llevar.. Todos estos gastos son, por tanto, calificados dentro del apartado de productos superfluos.

En segundo lugar, dentro del ámbito de la gestión económica gubernamental, la eliminación o disminución de los gastos superfluos es una tarea muy importante con la que combatir y/o evitar el déficit público. Encontrando que los partidos políticos de la oposición suelen denunciar la existencia de gastos superfluos en el gobierno y su estructura. Puesto que, a escala nacional, implican una administración ineficiente de los fondos públicos.

En tercer lugar, dentro del ámbito de la contabilidad empresarial, los tipos de gastos de contabilidad son el conjunto de cuentas contables que son utilizadas para registrar transacciones consideradas como un gasto. Agrupando a nivel contable todos los tipos de cuentas de gasto. Y en dicho apartado, encontraremos los gastos superfluos.

Teniendo en cuenta todo esto, es muy importante diferenciar los gastos entre sí, ya que segmentando las partidas se podría conseguir información para identificar aquellos gastos superfluos o innecesarios en los que incurre la empresa

¿Qué son los consumos superfluos?

En estrecha relación con lo anterior, los consumos superfluos son aquellos que, aunque no son estrictamente necesarios, se realizan con frecuencia debido a hábitos o deseos momentáneos. Estos consumos suelen pasar desapercibidos, pero su acumulación puede representar un impacto significativo en las finanzas personales o familiares.

Ejemplos de consumos superfluos incluyen:

  • Comprar artículos de lujo de manera recurrente.
  • Mantener varias suscripciones activas en servicios de streaming que no se utilizan regularmente.
  • Comprar gadgets tecnológicos que no son estrictamente necesarios.

Reconocer estos patrones es el primer paso para optimizar la gestión de los recursos y mantener una buena salud financiera.

Gasto superfluo vs Gasto vital

Es fundamental diferenciar entre un gasto vital, que es imprescindible, y un gasto superfluo, que puede eliminarse sin comprometer el bienestar.

  • Gastos vitales: Incluyen aquellos necesarios para cubrir necesidades básicas, como alimentación, vivienda, transporte, educación y atención médica.
  • Gastos superfluos: Corresponden a desembolsos que no aportan valor real ni son necesarios para mantener una buena calidad de vida, como el exceso de ropa, gadgets costosos o adornos decorativos.

Comprender esta diferencia ayuda a priorizar los recursos y enfocarse en metas económicas como el ahorro o la inversión en bienes esenciales.

Ejemplos de gastos superfluos

Para ilustrar mejor el significado de gasto superfluo, aquí tienes algunos ejemplos comunes:

  1. Compras impulsivas: Adquirir artículos que no se necesitan, como accesorios de lujo o decoración innecesaria.
  2. Revistas o periódicos impresos: Contratar suscripciones físicas cuando se pueden consultar de manera digital y gratuita.
  3. Clubes y gimnasios costosos: Pagar por membresías que no se usan lo suficiente.
  4. Suscripciones de software que no se usan: Pagar por herramientas digitales o licencias que no son indispensables.
  5. Ropa de marca: Adquirir prendas de lujo cuando existen opciones más económicas con la misma funcionalidad.
  6. Electrodomésticos innecesarios: Comprar una máquina de pan o una licuadora de alta gama que no se usa frecuentemente.
  7. Suscripciones innecesarias: Tener varios servicios de plataformas de streaming que apenas se utilizan.
  8. Comidas fuera de casa: Comprar comida preparada regularmente en lugar de cocinar en casa.
  9. Adornos y gadgets: Invertir en productos decorativos o tecnológicos que no aportan funcionalidad real.
  10. Actividades recreativas costosas: Gastar en entretenimiento de lujo cuando existen alternativas más económicas.

Estos ejemplos reflejan cómo los gastos innecesarios pueden acumularse y generar problemas financieros si no se controlan.

¿Por qué es importante reducir los gastos superfluos?

Controlar los gastos superfluos es esencial para alcanzar metas financieras como ahorrar para el futuro, invertir en proyectos importantes o simplemente mantener un equilibrio económico. La acumulación de estos gastos puede convertirse en una barrera para alcanzar nuestros objetivos financieros.

Reducir los consumos superfluos no implica sacrificar el bienestar, sino adoptar un consumo más consciente y responsable. Esto incluye evaluar nuestras prioridades, establecer un presupuesto y limitar el gasto en bienes superfluos o servicios innecesarios.

Los gastos superfluos y cómo controlarlos

El concepto de superfluo nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y hábitos de consumo. Identificar y reducir los gastos innecesarios, ya sean familiares, empresariales o gubernamentales, es clave para mantener una salud financiera sólida y garantizar un futuro más estable.

Y es que adoptar una visión consciente sobre el uso de nuestros recursos nos ayudará a alcanzar nuestros objetivos y construir una economía más eficiente, tanto a nivel personal como profesional.

 

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