Hipoteca abierta
Un tipo de hipoteca abierta, también llamada “crédito hipotecario” es un producto mediante el cual tienes la opción de volver a pedir el dinero que vayas devolviendo, de nuevo prestado. Es decir, conforme se van realizando los pagos de las cuotas mensuales de la hipoteca, puedes volver a disponer de las cantidades ya amortizadas para pagar otras cosas o cubrir otros gastos como por ejemplo puedan ser la reforma de la vivienda o la compra de un vehículo.
Actualmente, muy pocas entidades bancarias ofrecen hipotecas abiertas, aunque algunas sucursales como Bankinter las daban hace unos años. Si se desea conseguir un producto como el de una hipoteca abierta y el perfil del solicitante es bueno, se puede intentar negociar con la entidad bancaria, aunque actualmente conseguir que se apruebe su solicitud resulta bastante complicado.
Como ejemplo de este producto de hipoteca abierta, por ejemplo, si se contrata y al cabo de los años, se han devuelto 10.000 € de los que inicialmente prestó la entidad, se podrá volver a disponer de ellos, si se necesita, para el pago de cualquier otro gasto o inversión.
El funcionamiento básico de cómo volver otra vez a disponer del dinero que ya se ha ido pagando y devolviendo, es sencillo.
Se debe contactar con la entidad bancaria a través de la vía que se haya acordado previamente al contratar el producto de hipoteca abierta y realizar una solicitud por la cantidad de dinero que se necesite, acordando también devolverla en el plazo que se permita y que viene recogido en el contrato.
El banco deberá analizar el estado de las finanzas del solicitante para poder asegurar la devolución del dinero del que se ha dispuesto sin problemas. Dicho estudio se alargará en los días. Para “ahorrarse” este análisis en el futuro, hay entidades que en el momento de la concesión de la hipoteca abierta, hacen una preaprobación de las las disposiciones que puede hacer un cliente basándose en su historial. Así, se podrá disponer del dinero de forma rápida y automática.
Si esa disponibilidad de dinero se aprueba, será ingresada en la cuenta con la que pagas la hipoteca en la fecha acordada y se podrá usar para lo que se necesite. Teniendo en cuenta que, por cada disposición de dinero, el banco puede cobrar una comisión. Dicha comisión deberá indicarse en el contrato. Esa disposición funciona como un crédito aparte de la hipoteca y se tendrá que devolver por separado.
El interés que se aplique sobre la disposición del dinero será el mismo que el que se concedió a la hipoteca abierta. El importe de las cuotas y el plazo máximo, sí deberán acordarlos banco y cliente. Estos acuerdos deberán reflejarse en la propia escritura de hipoteca.
Por último, la garantía de estas disposiciones, serán hipotecaria y personal, es decir, tu casa y tus bienes podrán embargarse si no se devuelve el dinero.