Oligopolio

El oligopolio es una estructura de mercado en la que el número de vendedores es muy reducido, por ello, acaparan las ventas de determinados productos o servicios, de forma parecida a un monopolio. 

El monopolio, por su parte, es aquella situación en la que se otorga la exclusiva de un bien o servicio a un solo productor o proveedor, por tanto, posee un gran poder de mercado.  

En el sistema de mercado del oligopolio, aunque haya pocos vendedores, sí existe una alta demanda, por ello, se dice que se trata de una competencia imperfecta. 

El problema del oligopolio es que los vendedores tienen un gran poder, por lo que establecen el precio de mercado de los productos o servicios. 

Existen diferentes tipos de oligopolio. En primer lugar, hablaremos de la diferencia entre un oligopolio de demanda o un oligopolio bilateral. El oligopolio de demanda es un mercado con pocos compradores, en cambio, en el oligopolio bilateral hablamos de un mercado con pocos productores y pocos demandantes. 

Además, otra característica del oligopolio es que se trata de productos homogéneos, es decir, las empresas competidoras lo realizan con productos idénticos, como puede ser la telefonía móvil. 

En el oligopolio existe una interdependencia entre las empresas competidoras, por lo que otros competidores pueden influir directamente sobre los resultados de una empresa por no tener suficiente poder para forzar una modificación de precios.  

Por ello, podemos afirmar que suele existir una guerra de precios entre las competidoras, e incluso, políticas de anticipación, es decir, intentar saber qué es lo que va a hacer la competencia para anticiparse y realizar otra oferta. 

En ese sentido, debemos afirmar que en el oligopolio las empresas pueden actuar entre éstas de forma colusoria o no colusoria.  

En el caso de establecer una conducta colusoria, las empresas competidoras llegan a un acuerdo para fijar los precios, la cantidad fabricada y el reparto que realizan del mercado. Es decir, se trata de una cooperación entre empresas competidoras, y, a esto, se denomina cártel.  

Los cárteles realizan un reparto de territorio y/o un control del precio, si bien, éstos están prohibidos, para lo cual, la CNMC se encarga de evitar que estas prácticas anticompetitivas tengan lugar. 

En el segundo caso, es decir, en la actuación no colusoria, las empresas compiten entre ellas, adoptando posiciones estratégicas. 

Ello determina la imposibilidad de entrar al mercado de otra empresa que desee ser competidora, por lo que se dice que hay fuertes barreras de entrada en el mercado. 

Además, desde la globalización esto se ha potenciado aún más. ¿Por qué? Porque la globalización supone una situación de economías de escala. 

La economía de escala es una situación en la que la empresa recorta sus gastos de producción al expandirse. Por tanto, puede vender el producto también más barato, lo que supone que las empresas pequeñas tengan muchísimas más dificultades para competir contra ésta.  

Ejemplos perfectos de oligopolio en España son los grupos de telefonía móvil, las eléctricas, o las petroleras, ya que existen pocas empresas que ofrezcan estos productos o servicios - que son homogéneos- en el territorio estatal. 

También es posible la existencia del duopolio, esto es cuando la cuota de mercado la ostentan dos empresas, como podría ser el caso de la industria aeronáutica. 

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