Overhead
La palabra Overhead viene del inglés para hacer referencia a los costes generales de una empresa.
Los gastos generales de una empresa son aquellos que la entidad necesita para poner en funcionamiento el negocio. No hay que confundirlos con los costes de fabricación, ya que estos solo hacen alusión a los que se invierten en la producción de un bien o en la prestación de un servicio. Pero, a parte de estos costes directos, existen otros indirectos que son tambien necesarios para que la empresa puede realizar su actividad.
Controlar los gastos generales es un aspecto fundamental en una empresa para que no se produzcan tensiones de tesorería y poder contar con un fondo ante cualquier imprevisto. Para controlarlos es conveniente realizar un plan de negocios relista que nos permita ir viendo las posibles desviaciones en un tiempo prudencial para tomar decisiones de control.
En definitiva, los costes generales de una empresa deben de contener todos los costes que se produzcan en la organización.
Si desglosamos los costes propios de producción podemos encontrarnos con los siguientes:
- Costes Fijos: Estos se producirán siempre, independientemente del nivel de producción. Aquí podemos englobar los costes de alquiler de maquinaria, la amortización…
- Costes Variables: Están directamente relacionados con el nivel de producción. A más producción, mayor coste, como por ejemplo ocurre con la materia prima, consumo suministros…
Además, dentro de los costes variables, los podemos clasificar de la siguiente manera:
- Coste variable proporcional. Varía en función del volumen de producción y está directamente relacionado con la actividad de la empresa.
- Coste variable progresivo. Aumenta de forma proporcional a la evolución de la actividad de la empresa.
- Coste variable regresivo. Este tipo de costes son los que forman las economías de escala. A mayor nivel de fabricación, menor es el coste.
Otra forma de clasificar los costes es en función de su participación en el proceso productivo. De esta forma encontramos:
- Costes Directos: Interviene en el proceso de fabricación y se pueden asignar de forma clara y concisa a cada una de las unidades producidas.
- Costes Indirectos: Estos, sin embargo, no tienen un sistema delimitado de asignación a la producción de un determinado elemento. Pero sin ellos no se podría llevar a cabo el proceso de fabricación. Como por ejemplo sería el gasto del personal administrativo que lleva la gestión de la empresa.
Para elaborar la estructura de costes de la empresa, se puede partir de los costes directos, que se tienen perfectamente claros y delimitados. A estos le iremos añadiendo distintas partidas de gastos hasta llegar a los gastos totales de la empresa. Podemos seguir el siguiente esquema:
COSTES DIRECTOS
COSTES DIRECTOS +COSTES INDIRECTOS DE PRODUCCION = COSTE TOTAL PRODUCCIÓN
COSTE TOTAL DE PRODUCCION +COSTE COMERCIAL Y ADMTVO. = COSTE DE ACTIVIDAD O DE EXPLOTACIÓN
COSTE DE ACTIVIDAD O EXPLOTACIÓN + COSTE FINANCIERO = COSTE TOTAL DE LA EMPRESA
Cuando hablamos de costes, es importante hacer alusión a las economías de escala. Esto se produce cuando al producir un mayor volumen, el coste disminuye. Es decir, es la relación inversa entre la cantidad producida y el costo unitario. Para entender este fenómeno debemos tener claro que dentro del coste de producción existen costes fijos y variables. Los fijos son únicos y los variables aumentan con la producción. Por lo tanto, a medida que aumenta la producción los costes fijos se irán repartiendo en un mayor número de unidades, dando lugar a un menor coste unitario total.
Podemos poner como ejemplo una impresora que nos cuesta 100 u.m. y un papel que nos cuesta 0.01 u.m. la unidad.
Si imprimimos una página, el costo de dicha pagina seria de 100.01 u.m.
Pero si imprimimos 500 páginas, el costo de la página seria (100/500)+0.01 = 0.21 u.m.