Pignorar
Introducción a la pignoración
En derecho, pignorar algo significa “dar una cosa en prenda como garantía del cumplimiento de una obligación”. Se diferencia de otro tipo de garantías en que implica la cesión temporal del control o posesión del bien. Mientras la deuda esté activa, el propietario del bien no puede disponer libremente de él.
Como vamos a ver, la pigmentación es muy común en ámbitos como el bancario, donde la gente los usa para conseguir mejores condiciones de financiamiento. Así, podemos concluir que sigue siendo una práctica atractiva por las tasas de interés competitivas que ofrece.
Diferencias entre pignoración e hipoteca
Existe mucha similitud con el término de hipoteca en el que la garantía consiste en un inmueble. En la pignoración se pone como garantía algo mueble o inmueble, susceptible de ser vendido o comprado.
Otra diferencia entre hipoteca y pignoración es que, en el primer caso, el propietario conserva el uso y disfrute del inmueble, aunque esté hipotecado. En el caso de la pignoración, el bien pasa siempre a manos del acreedor.
En una hipoteca, cuando el deudor no paga, el banco tiene que comenzar un proceso de ejecución hipotecaria. En el caso de la pignoración, el bien pignorado puede ser liquidado de una forma más rápida.
Funcionamiento de la pignoración en el ámbito bancario
¿Se puede pignorar dinero? En la banca se usa mucho esta fórmula para conceder préstamos en los que la propia persona no supone garantía suficiente ante la entidad. No suele ser una fórmula muy habitual, pero también se usa.
Estos préstamos suelen tener un tipo de interés muy atractivo y consisten en que la persona que solicita el préstamo entrega algo en prenda a la entidad bancaria, quedando bajo su control y pudiendo hacer uso de él en caso de incumplimiento de las obligaciones del préstamo. La prenda entregada debe de tener el valor suficiente como para cubrir el préstamo solicitado y los intereses.
Este proceso de pignoración en el ámbito bancario comienza con la solicitud del préstamo. Entonces, el banco valora la liquidez del bien ofrecido en prenda. Si lo aprueban, el banco y cliente cierran el acuerdo ante un notario, mediante una escritura pública.
Ventajas y desventajas de los préstamos pignorados
El inconveniente de la pignoración es que no se puede hacer uso del bien pignorado hasta que no se satisfaga el préstamo en su totalidad. Es decir, en el caso de pignorar un coche, este pasará a disposición de la entidad bancaria como garantía real del préstamo concedido hasta su completa devolución. Sin mencionar, claro está, el riesgo de perder el bien en el caso del impago de las obligaciones contraídas.
Una ventaja que tienen los préstamos pignorados es que suponen menos gastos al no tener que realizar tasaciones ni pagar a una gestoría. Simplemente, se tiene que ir a un notario para documentar en escritura pública la operación realizada.
Si el bien pignorado se trata de un activo financiero, la rentabilidad que siga generando sí la podremos seguir disfrutando, por ejemplo, en el caso de unas acciones.
Como objeto de pignoración podemos ofrecer cualquier bien mueble o inmueble objeto de ser comprado o vendido, como pueden ser fondos de inversiones, joyas, depósitos, seguros o cuadros. ¿Se puede pignorar un plan de pensiones? No, salvo los planes de pensiones.
La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones establece que los planes de pensiones tienen una naturaleza de ahorro finalista y por este motivo no pueden ser dados como prenda en un contrato de pignoración, ya que estos no pueden hacerse líquidos a libre disposición, sino cuando se cumplan las condiciones propias de dicho plan de pensiones.
Legislación y regulación de la pignoración en España
La prenda está regulada en el Código Civil y en el Código de Comercio, donde se estipula que no solo se puede usar la prenda para préstamos bancarios, sino también para cumplir otras obligaciones como el pago de tributos o la realización de obras o prestación de servicios concretos.
En el caso del Código Civil, los artículos 1863 a 1873 son los que explican las condiciones para constituir una prenda, incluyendo la cláusula de que el bien pignorado se debe transferir temporalmente al acreedor.
El Código de Comercio lo que hace es ampliar las disposiciones para que la pignoración entre en otros contextos comerciales, como la prestación de servicios o la cobertura de tributos.
La pignoración en el Derecho Romano
Este término de prenda viene del Derecho Romano “es el Derecho real constituido por el deudor (pignorante y pignorado) a favor del acreedor (pignoraticio) sobre una cosa propia o de un tercero con su consentimiento, transmitiéndole además la posesión de la misma como garantía del cumplimiento de la obligación. La transmisión de la posesión de la cosa pignorada al acreedor, es también requisito de la prenda en el artículo 1863 del Código Civil español".
Esta figura del Derecho Romano fue evolucionando y manteniéndose con el tiempo, de manera que pasó a otros países como España. La pignoración tuvo tanta aceptación porque iba más lejos que una simple fianza al ofrecer una protección tangible.
Preguntas frecuentes sobre la pigmentación
¿Puedo seguir disfrutando de la rentabilidad del bien pignorado?
Si el bien es un activo financiero, como acciones, su rentabilidad (por ejemplo, dividendos) puede seguir siendo disfrutada por el propietario, a pesar de estar en prenda.
¿Es posible pignorar un bien de un tercero?
Sí, siempre que el tercero dé su consentimiento. Esto permite a personas que no tienen bienes suficientes optar por esta garantía con ayuda de otra persona.
¿Es la pignoración igual en todos los países?
La regulación de la pignoración puede variar según el país. En España, se rige por el Código Civil y el Código de Comercio, pero en otros países pueden existir diferencias en cuanto a los requisitos y los bienes admitidos para ser pignorados.