Pleito
¿Estás preparado para conocer en qué consiste un pleito en profundidad? Para empezar, podemos definir pleito como un enfrentamiento o disputa entre distintas partes. Si nos centramos en su origen etimológico, comprobamos que viene de placitum, que se puede traducir como “sentencia” o “dictamen”.
Aun así, debemos tener en cuenta que no se trata del juicio en sí, sino que con pleito nos referimos al proceso desde el inicio del problema hasta su conclusión. ¿Y cuál es esa conclusión? La sentencia o acuerdo. Así, podemos decir que un pelito se abre cuando existe una disputa y se cierra una vez que se ha llegado a un acuerdo que satisface a ambas partes.
Otro significado, si entramos de lleno en el mundo jurídico, puede ser el de un proceso judicial que no ha sido resuelto, es decir, que todavía está en proceso. ¿Y quién puede formar parte de un pleito? Tanto personas físicas, grupos, personas jurídicas o plataformas sociales. Incluso países en sí han iniciado pleitos entre sí, lo que nos aporta una visión de este concepto.
Tipos de pleitos
Todos sabemos por qué se inicia un pleito: por una diferencia. Sin embargo, también sabemos que su finalidad es clara: dar una solución teniendo en cuenta la legislación vigente. ¿Y qué tipos de pleitos existen? A continuación, te vamos a explicar los dos tipos de pleitos principales que existen:
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Pleito civil: en este tipo de pleito se tratan aspectos pertenecientes al mundo civil, como pueden ser los divorcios, custodias o herencias.
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Pleito criminal: en este caso, predominan los procesos penales, normalmente legislados por la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Aquí podemos encontrar pleitos por estafa, homicidios o contrabando de mercancías.
Fases de un pleito
Para entender en profundidad en qué consiste un pleito es importante comprender las distintas fases que se pueden dar. De esta manera, no tendremos dudas acerca de su funcionamiento y naturaleza.
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Fase de alegaciones: en esta fase de un pleito, se le manda al juez una primera versión de los hechos. Como es normal, se tiene que plantear desde ya una serie de soluciones, así como los fundamentos del derecho que refrendan dichas soluciones.
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Fase de prueba: como su nombre indica, un tribunal tratará de comprobar que la información expuesta es veraz. Y es que es importante que todo lo que se muestre y se tiene en cuenta sea real y cierto.
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Fase de conclusión o de sentencia: en esta “última fase” del proceso se emite una sentencia o resolución. Ponemos comillas a última fase, porque pone fin al proceso ordinario. A partir de aquí, se puede abrir otra fase de recursos.
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Fase de recursos: esta fase extraordinaria consiste en la recogida de las inconformidades de las partes para su revisión.
Principios de un pleito
El proceso que engloba a un pleito no es un proceso dejado a la aleatoriedad, sino que tiene un control y sentido de justicia profundo. Por este motivo, en un pleito se deben respetar los siguientes principios:
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Principio de contradicción: este principio es fundamental en un pleito, ya que consiste en dejar que los dos partes expongan sus puntos de vista y sean oídos. En otras palabras, cualquier implicado podrá tener el derecho de confrontar cualquier acusación que se vierta sobre él.
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Principio de igualdad de armas: este principio es igualmente importante en un pleito, ya que lo que se consigue es garantizar la equidad de la justicia. ¿Cómo se hace? Dando los mismos mecanismos y herramientas a las dos partes.
Tipos de procesos en un pleito
Aunque antes hayamos hablado de los tipos de pleito, cada uno de ellos puedes tener un proceso u otro en función del conflicto. Eso sí, con todos se busca conseguir una solución, aunque se hagan mediante unos métodos u otros.
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Proceso declarativo: este proceso es el más frecuente, estando compuesto por procesos ordinarios y los juicios verbales.
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Proceso ejecutivo: en estos el procedimiento es mucho más sencillo: siempre se busca que sea el juez el que dicte una sentencia y solucione el conflicto.
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Proceso cautelar: estos procesos se reservan para esos casos que se pueden alargar mucho en el tiempo. Por este motivo, el juez puede dictaminar medidas cautelares y, posteriormente, comunicar la sentencia firme.
En conclusión, un pleito consiste en ese problema que no ha conseguido resolverse por las partes implicadas. Por este motivo, se inicia un proceso judicial que acaba con la emisión de una sentencia. Cabe recordar y destacar que todas las partes cuentan con las mismas oportunidades de defensa y que siempre se aplica una solución en consonancia con la legislación actual.