Seguridad jurídica
La seguridad jurídica es un principio del derecho fundamental en cualquier sociedad democrática.
A menudo la protección de la seguridad jurídica viene recogida en la propia constitución del estado, además de otras normas y leyes que buscan proteger y blindar dicho principio. La seguridad jurídica tiene una estrecha relación con otros principios recogidos por la propia constitución.
La seguridad jurídica se basa en la “certeza del derecho” donde los individuos y las empresas conocen las leyes y normativas que rigen la sociedad. Este concepto es esencial para garantizar la estabilidad, el orden y el respeto por los derechos fundamentales en una sociedad.
En un estado que goza de seguridad jurídica las leyes son claras, estables en el tiempo y se aplican de manera justa y consistente, es decir que los ciudadanos pueden confiar en que sus derechos y obligaciones están protegidos por un marco legal confiable.
Por otro lado, la seguridad jurídica permite que las empresas puedan planificar sus operaciones y tomar decisiones de inversión con mayor confianza, ya que la seguridad jurídica busca evitar que las leyes que regulan la actividad comercial no cambien de forma arbitraria. Cuando las leyes son estables y predecibles, las empresas podrán planificar a largo plazo, invertir en innovación y desarrollar planes de expansión que estimulan la creación de empleo y el crecimiento económico.
La seguridad jurídica ofrece también un sistema judicial eficiente e imparcial, donde los conflictos legales se resuelven de forma justa y en un tiempo razonable. Los procedimientos legales deben ser transparentes y accesibles para garantizar que todos los individuos tengan igualdad de acceso a la justicia y puedan defender sus derechos ante los tribunales.
La seguridad jurídica también es clave en el ámbito internacional ya que promueve el comercio internacional, fomenta la inversión y la cooperación entre países. Los inversores extranjeros solo invierten en aquellos países que garantizan que sus derechos estarán protegidos por un marco legal sólido y aplicado de manera consistente, están más dispuestos a comprometer capital en proyectos productivos. Esto impulsa el crecimiento económico, la creación de empleo y el bienestar general de la sociedad.
Los tratados y acuerdos comerciales brindan un marco legal común que permite a las empresas internacionales incrementar sus relaciones comerciales.
La seguridad jurídica se configura como un pilar fundamental de cualquier sociedad ya que contribuye al respeto y cumplimiento de las normas legales. Cuando las leyes son claras y justas, las instituciones encargadas de velar por su cumplimiento serán más eficaces, fortaleciendo la confianza de la ciudadanía en el sistema legal y sus instituciones.
Por último, mencionar que la seguridad jurídica también reduce la incidencia de la corrupción, el crimen y la violencia al promover una sociedad más justa y pacífica.
Por ello la seguridad jurídica debe tomarse en serio a la hora de promover un marco legal coherente, claro y estable, que facilite su conocimiento a la ciudadanía para que puedan tomar decisiones y prever las consecuencias de sus actos.