Ventaja comparativa
La ventaja comparativa, o también llamada ventaja relativa, es la capacidad de una persona, país o empresa de producir un bien usando relativamente menos recursos que otro.
¿Qué es la ventaja comparativa? Se trata de un modelo y concepto usado en el comercio internacional y que toma como determinantes los costes que son referentes a la producción en lugar de los absolutos. Es decir, un país produce bienes que le suponga un coste relativo menor en referencia a otros países.
Teoría de la ventaja comparativa: David Ricardo
Este modelo sobre la ventaja comparativa se desarrolló por el economista David Ricardo para mejorar la teoría desarrollada por Adam Smith sobre la ventaja absoluta. Según David Ricardo, “los países se especializan en la producción y exportación de los bienes que pueden fabricar con costes relativamente más bajos.”
Es por ello, que se considera que cada país se especializa en los productos en los que es más eficaz, pero, a su vez, también va a importar los demás productos en los que sea más ineficaz en cuanto a producción se refiere. Aunque el país no tenga ventaja absoluta al producir un determinado bien, puede especializarse en la mercancía en la que encuentre una ventaja comparativa mayor. De esta manera puede participar finalmente en el mercado internacional y potenciar su comercio exterior.
Ventaja absoluta y ventaja comparativa
Por tanto, los países escogen la especialización para poder participar en el comercio y en actividades donde tengan cierta ventaja comparativa. Estos países no se van a centrar en producir lo que hacen mejor de forma absoluta (ventaja absoluta), sino que van a producir lo que hacen mejor de manera relativa, diferenciándose de la ventaja absoluta en que no se produce lo que al país le cueste menos, sino en lo que le supone menos costes comparativos (ventaja comparativa).
La ventaja comparativa deriva del coste de oportunidad al que se enfrenta en la producción de cada uno de los bienes. El país produce el bien y lo exporta, ya que tiene un coste relativo menor al de otro país.
La diferencia entre ventaja comparativa y ventaja absoluta, por tanto, es la reducción de costos de oportunidad. La ventaja absoluta describe la situación en la que un país tiene el potencial para producir un bien a un precio más bajo que otros, mientras que la ventaja comparativa se refiere a una situación en la que las condiciones favorecen a la producción del mismo bien a un costo de oportunidad, menor que para otros.
El costo de oportunidad es el fundamento de la ventaja comparativa, a diferencia de la ventaja absoluta, cuyo fundamento son los costos.
¿Por qué elegir la ventaja comparativa?
Las causas de la ventaja comparativa proceden de la situación real de algunos países desaventajados, que no poseen ventaja absoluta en la producción de algún bien o servicio. Dichos países, previo análisis, escogen la mejor alternativa de producción, en la que sus desventajas y productor sean menores y que en comparación con otros países tengan mejor capacidad de producir. Para ello el costo de oportunidad le permite producir y comercializar el producto y obtener ingresos deseados al comercializarlo.
La ventaja comparativa es fundamental para los tratados bilaterales y multilaterales establecidos mediante el comercio exterior. Los países ofertan bienes y servicios a precios más atractivos para otros países. Esto les da la oportunidad de ser más competitivas y tener un exitoso intercambio comercial. Así, pueden incrementar su producción y desarrollar la industrialización de los bienes y servicios que ofertan, a costo de oportunidad. La consecuencia es el incremento de su patrimonio y economía.
Ventaja comparativa: ejemplos
Como venimos diciendo, la ventaja comparativa forma un concepto clave en el mundo de la economía, ya que explica como los países, empresas e individuos se aprovechan del comercio y de la especialización. Sin embargo, la mejor forma de interiorizar este concepto es a través de ejemplos.
Por ello, te traemos ejemplos de ventaja comparativa:
- Imaginemos por un momento que Estados Unidos es más eficiente a la hora de producir automóviles y maíz que México, ya que necesita menos recursos. Ahora bien, la ventaja comparativa nos indica que Estados Unidos es mejor produciendo automóviles que maíz, mientras que México es mejor produciendo maíz. ¿Qué está pasando aquí? Que, aunque Estados Unidos podría producir ambos vienes, se beneficiaría mucho más si se especializa en el sector automóvil e importa el maíz de México. Si comercian entre sí con estos bienes, van a obtener una ventaja comparativa.
- Otro ejemplo de ventaja comparativa se puede producir entre empresas. Una desarrolla de manera eficiente software y también podría dar soporte técnico. ¿Qué pasa? Que si compara el coste de oportunidad, es mucho más eficiente desarrollando software. Por eso, se enfoca en esta tarea y subcontrata el soporte técnico a otra empresa, que, a su vez, hace lo mismo.
- La ventaja comparativa se puede ver hasta en profesionales independientes. Por ejemplo, un doctor es bueno tanto en sus tareas médicas como en las administrativas. Sin embargo, la actividad médica le reporta muchos más beneficios, por lo que decide centrarse en este aspecto y delegar las tareas administrativas a un asistente. Además, puede darse el caso de que el asistente no sea tan bueno como el doctor en tareas administrativas, pero el costo de oportunidad es mucho menor, ya que permite al médico centrarse en las tareas que le reportan un beneficio económico.