La gestión del Impuesto sobre Sociedades está regulada por los artículos 130 a 143, integrados en el Título VIII de la Ley del impuesto sobre Sociedades.
Este Título, describe en profundidad las obligaciones formales fiscales y contables que debe realizar la entidad sujeto pasivo.
La entidad debe presentar trimestralmente (o mensualmente) los pagos fraccionados, además de realizar los ingresos a cuenta y las pertinentes retenciones.
También estará obligada a declarar el impuesto y a llevar una contabilidad para ello, según la normativa de dicho impuesto, realizando los correspondientes ajustes y las deducciones estipuladas.
Una vez haya declarado el impuesto deberá solicitar, en su caso, la devolución de ingresos o abonar la deuda tributaria resultante.