Antes de entrar en detalles en el procedimiento de sucesiones, vamos a determinar qué sujetos, están implicados en la transmisión mortis causa, con respecto a su parentesco.
Una vez determinados los posibles causahabientes del causante en relación directa o colateral por orden familiar, procederemos a exponer el proceso sucesorio.
En primer lugar, existen dos tipos de procesos: testamentario e intestado.
El testamentario es un proceso por el cual, el causante, con anterioridad al fallecimiento, realiza un “testamento”, determinado por un acto de disposición de bienes donde se determina el contenido patrimonial, y los causahabientes que tienen derecho a optar a la masa hereditaria, sin perjuicio de aquellos que poseen dicho derecho por relación de consanguineidad.
El proceso sucesorio sigue el siguiente esquema:
En esta sucesión, previa disposición libre de los bienes, salvo prueba o justificación en contrario, existen determinados herederos legítimos, a los cuales se les adjudica una parte de la herencia de manera obligatoria. No obstante, los herederos deben aceptar la herencia, pero pueden renunciar a ella.
La distribución sería la siguiente:
Si se trata de una sucesión intestada, el orden a seguir para la sucesión es el siguiente: