Responsabilidad Civil, Penal y Empresarial
Son muchas las acciones de las que puede derivarse responsabilidad civil, penal o empresarial, en algunos casos por parte de la actuación de las empresas, individuos o incluso la administración pública. Actuaciones que exigen Leer más...
Son muchas las acciones de las que puede derivarse responsabilidad civil, penal o empresarial, en algunos casos por parte de la actuación de las empresas, individuos o incluso la administración pública. Actuaciones que exigen la reparación del daño, la imposición de una pena, o una sanción administrativa. Por ello, es importante la existencia de ese perfil profesional con formación en cursos de responsabilidad civil, penal y empresarial, que, con un pleno conocimiento de la normativa aplicable, domine los cauces legales, y los hechos que son susceptibles de originar esta responsabilidad, así como de sus consecuencias. Un profesional que deberá conocer la trasversalidad del derecho y la aplicación de diferentes ramas que pueden verse incluidas en un mismo acto sancionable o delictivo.
Leer menosSon muchas las acciones de las que puede derivarse responsabilidad civil, penal o empresarial, en algunos casos por parte de la actuación de las empresas, individuos o incluso la administración pública. Actuaciones que exigen la reparación del daño, la imposición de una pena, o una sanción administrativa. Por ello, es importante la existencia de ese perfil profesional con formación en cursos de responsabilidad civil, penal y empresarial, que, con un pleno conocimiento de la normativa aplicable, domine los cauces legales, y los hechos que son susceptibles de originar esta responsabilidad, así como de sus consecuencias. Un profesional que deberá conocer la trasversalidad del derecho y la aplicación de diferentes ramas que pueden verse incluidas en un mismo acto sancionable o delictivo.
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La actuación de las empresas en ocasiones puede dar lugar a la comisión de delitos específicos contemplados para éstas en la legislación penal como los delitos contra la salud pública, medioambiente, blanqueo de capitales o corrupción entre otros. La responsabilidad derivada de estos delitos conlleva, entre otras, a la imposición de sanciones como multas, cese en la actividad, cierre de locales, pérdida de derecho a subvenciones impuestas exclusivamente a estas entidades. El temor a la comisión de forma negligente o dolosa de estos delitos ha provocado que las empresas contraten a profesionales con cursos en responsabilidad civil, penal o empresarial con la finalidad de evitar esas infracciones y realizar labores de prevención de actividades que puedan verse infringidas conforme a nuevas normas aplicables. Consecuentemente la actualización es fundamental para estos profesionales.
Las empresas como personas jurídicas que son están sujetas al código penal en cuanto a su actuación, de esta forma pueden incurrir en delito. Esta responsabilidad difiere de las atribuibles a las personas jurídicas, ya que, este texto legal prevé una enumeración cerrada de delitos que son susceptibles de ser cometidos por sus representantes o quienes actúen en su nombre. Consecuentemente la figura del Compliance adquiere más importancia como perfil profesional formado en cursos de responsabilidad penal de las empresas y garante del cumplimiento de estos delitos. La empresa podrá incurrir en delitos que van desde el blanqueo de capitales hasta contra la propiedad intelectual en un catálogo que recoge hasta 24 diferentes.